Mientras se jugaba el partido de fútbol entre Argentina y Croacia este martes por las semifinales del Mundial de Qatar, Roberto José Carmona (59), uno de los asesinos más temidos del país, protagonizó un fallido y trágico intento de fuga en la ciudad de Córdoba. En la huida provocó la muerte del taxista con el que se trasladaba tras haberlo asaltado. Ocurrió en medio de un impactante accidente vial que quedó registrado en una cámara de seguridad.

Carmona, si bien cumplía una condena a reclusión perpetua en Chaco, adonde había sido llevado hacía tiempo producto de su alta peligrosidad, se encontraba en el barrio Las Violetas, en la calle Formosa de la capital cordobesa, en una visita de régimen transitorio. Estaba en la vivienda de su esposa. Un juez de la provincia norteña lo había autorizado hacía unos años a verla durante 72 horas cada cuatro meses.

Apenas comenzó el segundo tiempo de Argentina-Croacia, y a pesar de que seis guardias del Servicio Penitenciario chaqueño peremanecían apostados en el domicilio de la mujer, el delincuente tomó un taxi y, de inmediato, apuñaló al chofer, Javier Rodrigo Bocalón (44), a quien ordenó ubicarse en el asiento del acompañante. Se hizo del volante y comenzó un raid, precisaron fuentes policiales citadas por Cadena3.com.

Unas cuadras más adelante, por la calle Félix Paz, Carmona perdió el control del vehículo, que zigzagueó y chocó a toda velocidad contra un poste de luz. La secuencia fue filmada por domos de la Policía. En el video, que se viralizó en redes sociales, se ve cómo saltan partes del taxi por el brutal impacto y un transeúnte corre hacia el coche con el fin de auxiliar a los ocupantes.

El taxista murió, pero todavía se desconoce si fue a raíz del accidente vial o como consecuencia del puntazo que  le había aplicado el peligroso homicida con un cuchillo "tumbero", de fabricacion casera.

Cómo recapturaron a Carmona

Inmediatamente después del choque, Carmona cruzó a pie la calle Santa Ana para ingresar luego a la playa de estacionamiento de un hipermercado, donde los únicos clientes eran una pareja y, a punta de arma blanca, les robó el automóvil.

En un momento determinado, y por causas que se desconocen, el asesino abandonó ese coche y siguió a pie. Los investigadores creen que se desorientó y se encontró con una ciudad mucho más grande de la que él recordaba. Estiman que quería ir a la casa de un viejo contacto que tuvo en la ex cárcel del barrio San Martín, quien vive en la zona sur. 

Para entonces, su fotografía ya se estaba en los teléfonos celulares de los policías y era buscado hasta con helicópteros. Pasadas las 18.30, un agente de las brigadas civiles lo vio caminando en la calle Almirante Brown, casi Luis Agote, en el barrio Los Naranjos. Lo corrió y, con ayuda de otros uniformados, logró detenerlo.

El momento de la detención del peligroso criminal (Gentileza Cadena3.com).

En un operativo que contó con al participación de personal del Departamento de Unidades de Alto Riesgo (DUAR) y agentes del Equipo de Tácticas Especiales Recomendable (ETER), Carmona fue trasladado, con una fuerte custodia, a la Jefatura de Policía. Y, por la noche, fue llevado al complejo carcelario de Bouwer

Después de Carlos Robledo Puch, quien lleva 45 años preso, Carmona es el detenido con más tiempo en una cárcel argentina.

Un crimen con amplia repercusión pública

Carmona, el 15 de enero de 1986, protagonizó un crimen que tuvo amplia repercusión pública a nivel provincial y nacional. Por la noche, a la salida de un boliche, el hombre, por entonces con 46 años, violó y asesinó de un balazo a Gabriela Ceppi, de 16, en el camino a Villa Carlos Paz. Por ese crimen, fue condenado a reclusión perpetua.

Otros homicidios de la "Hiena Humana"

En 1994 asesinó a cuchillazos a otro preso, Héctor Bolea. Le dieron 14 años por este crimen. Debido a que era perseguido por los otros reclusos, lo trasladaron a una cárcel de máxima seguridad en Resistencia, Chaco.

En 1997, en ese complejo carcelario, hizo una lanza con un palo de escoba y se la clavó en el pecho a otro preso, Demetrio Pérez Araujo. Ese asesinato le valió otra perpetua.