Un violento suceso generó conmoción en Luján. Un joven fue brutalmente agredido cuando intentaba defender a su amigo de una golpiza. La víctima luego de ser atacado quedó inconsciente en el suelo y con múltiples lesiones. Además, se informó que el joven necesitará una prótesis en la mandíbula.

El hecho ocurrió en la madrugada del sábado 7 de octubre cuando el agresor, identificado como Lautaro Rodríguez, decidió ir hasta el domicilio de un amigo de Enzo Laurino. Según fuentes del caso, Rodríguez venía amenazando con confrontar al joven.

Mientras se producía la pelea, Laurino quiso intervenir para ayudar a su amigo y fue entonces cuando el atacante lo agarró y le golpeó la cabeza contra una pared. El ataque se produjo en pocos segundos y fue grabado por un testigo, que decidió publicar lo que había sucedido en las redes sociales.

En ese sentido, en las imágenes compartidas por el testigo en las redes, se puede observar como la víctima permanece inconsciente en el suelo mientras el atacante continuaba pegándole. Tras ello, se observa como varias personas fueron a asistirlo y separar al atacante de la víctima.

Posteriormente, el joven fue trasladado de urgencia al Hospital Zonal, donde quedó internado en terapia intensiva. Asimismo, se informó que este martes está previsto que sea operada y los médicos ya anticiparon que necesitará una prótesis en el maxilar como consecuencia de uno de los golpes.

En tanto, tras conocerse el estado de salud de Laurino, el agresor, no se mostró arrepentido por su violento accionar y no dudó en manifestar: “Si él es tan piola de querer pelear que se la banque”.

Por su parte, Sol, la hermana, de la víctima compartió un contundente mensaje en las redes, donde comparó el episodio de su hermano con el asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell y pidió justicia por Enzo.

En 2020 un grupo de violentos desmayaron y mataron a golpes a Fernando Báez Sosa, y rápidamente abandonaron el lugar sin remordimiento ni culpa. Si bien hoy tienen la condena más alta que se puede lograr, todos sabemos que los tiempos de la justicia argentina muchas veces son lentos, y que la condena social fue el primer castigo que estos soretes recibieron”, comenzó su posteo.

En este contexto, explicó: “El sábado pasado, cerca de la madrugada, mi hermano pudo haber sido otro Fernando Báez Sosa, y de solo pensarlo o volver a ver el video se me revuelve el estómago y eriza la piel”.

No voy a parar hasta lograr que la justicia te dé la pena más alta que te corresponde, para que nunca más nadie sea hostigado o golpeado por vos, pero mientras tanto quiero que tu cara circule por todos lados, y que no puedas volver a caminar sin que la gente te vea y te señale como la mierda que sos”, sentenció.