En la tarde del lunes, una chica que paseaba en bicicleta por la localidad de Gonnet, situado a unos seis kilómetros del centro de la ciudad de La Platasufrió un inquietante hecho de inseguridad cuando dos delincuentes que andaban en moto intentaron robarle todas sus pertenencias a plena luz del día.

La joven, de unos 20 años, fue encerrada por los dos sujetos que aprovecharon que la calle estaba desierta para cometer el ilícito. La terrible escena fue captada por una cámara de seguridad de la cuadra.

En las imágenes se puede observar cómo la moto de los malhechores se detiene junto a la chica y la persona que viajaba como acompañante desciende rápidamente del vehículo e intenta acorralar a la ciclista para sustraerle todos sus objetos de valor.

La joven se asustó tanto que su reacción instintiva fue gritar. El fuerte sonido de su pedido de auxilio alertó a los vecinos, quienes algunos segundos después y empujados por la curiosidad, salieron a la vereda para ayudar a la ciclista que se encontraba en apuros.

El incidente se produjo a las 6 de la tarde en la calle 15 entre 504 y 505. Mientras tanto, los vecinos enojados por la angustiosa escena, trataron de auxiliar a la joven.

Oscar Mangiacone, de 84 años, fue uno de los residentes que presenció la escena. “Enseguida los vecinos nos encontramos en la calle con esa situación y se armó tal revuelo, que los ladrones optaron por escapar sin robarle nada”, aseguró al periódico platense El Día.

Es que todos escuchamos el grito de ella y todos nos dimos cuenta de que algo malo estaba pasando y quisimos saber qué era”, manifestó Mangiacone.

Ya con la joven a salvo del robo, los vecinos se conmovieron por el temor y la angustia que dominaban a la víctima. Al respecto, el anciano indicó: “Pobrecita la piba, enseguida se largó a llorar porque estaba muy asustada y nos dijo que vive cerca de la delegación municipal de Gonnet”.

Mangiacone también recordó que la joven les contó que “su marido le había advertido que no saliera con la bicicleta, que era correr el riesgo de que la quisieran asaltar”.

Como el tiempo pasaba y el miedo de la ciclista no cesaba, el testigo del frustrado robo aseguró: “Un hombre del barrio se ofreció a llevarla en su auto y con la bicicleta a la casa de ella. Estaba tan mal, tan angustiada, que aceptó el gesto de este vecino”.

Para concluir, Mangiacone respondió la consulta sobre si los robos en el lugar son habituales. “El barrio es bastante tranquilo, estamos a dos cuadras de la comisaría Decimotercera, pero así y todos, los vecinos acostumbramos tomar precauciones para no ser sorprendidos por delincuentes”, concluyó.