La Policía Científica de Ushuaia estuvo a cargo de la pericia copométrica que permitió establecer que la marca de zapatilla que presentaba Fernando Báez Sosa en el lado izquierdo de su rostro pertenecía al calzado del rugbier Maximiliano Thomsen, uno de los ocho acusados del crimen, así lo confirmó el gobierno de Tierra del Fuego.

Efectivos de esa jurisdicción cotejaron la evidencia con una base de datos de 10.000 diseños de calzados para determinar si se trataba del mismo modelo de zapatillas que llevaba puesto el imputado en la madrugada del 18 de enero de 2020, cuando golpeó con puños y patadas al joven de 18 años.

El estudio permitió comparar el dibujo de la suela de la zapatilla utilizada por Thomsen con la herida situada "en la mejilla izquierda de la víctima" producto de la patada que le habría originado la muerte, explicaron voceros oficiales.

El subjefe de la Policía fueguina, comisario inspector Oscar Barrios Kogan, declaró a medios locales que para ello se compararon imágenes enviadas por los investigadores del caso con la base de datos de esa provincia situada a más de 3.000 kilómetros de donde fue cometido el crimen.

Las figuras geométricas analizadas corroboraron que la herida era "en un todo coincidente" con el modelo de zapatilla "Cyclone negro con suela blanca" usada por el acusado y secuestrada por la Policía bonaerense el día de la detención del grupo de rugbiers.

Por su parte, el jefe de la División Policía Científica de la ciudad de Ushuaia, comisario Jacobo Felicioni, recordó que la intervención de la provincia se produjo a raíz de un requerimiento de la Policía de Pinamar, a cargo de las medidas iniciales, y ante "las sospechas que se les presentaron sobre los calzados encontrados en uno de los allanamientos". "Brindamos un asesoramiento técnico para hacer la pericia", afirmó Felicion.

La investigación determinó que la huella de zapatilla en la cara de Fernando pertenece al calzado que llevaba puesto Máximo Thomsen.

En tanto el jefe de la Policía Científica de la ciudad fueguina de Río Grande, comisario mayor Oscar Félix Sosa, precisó que la base de datos con los modelos de calzado "se va nutriendo de las imágenes obtenidas en las escenas de un crimen". Y agregó: "El banco comenzó a armarse en 2004, porque en nuestra región, debido al clima, el uso de guantes es muy habitual y entonces no teníamos éxito con el levantamiento de huellas dactilares. Tuvimos que valernos de otras alternativas".

Las pericias permiten determinar no solo los modelos de calzados sino también otros detalles como "el desgaste por el uso o si tuvieron algo clavado. Cada pisada deja infinidad de pistas", completó el comisario.

El Gobierno provincial reveló que con este tipo de colaboraciones fue posible resolver causas como "la de un asesino serial en la ciudad de Junín en 2015, que fue condenado a prisión perpetua; el de un panadero misionero que mató a patadas a su pareja y el crimen de un empresario en Bernal".

El peritaje de la huella de zapatilla que se encontró en el rostro de Fernando.

Se confirma que había sangre en una de las zapatillas de Thomsen

La zapatilla derecha utilizada por Maximiliano Thomsen en la madrugada del crimen presentaba manchas de sangre, según confirmaron en la audiencia de este miércoles las peritos que realizaron la extracción y análisis de los rastros hallados en las prendas de los ocho jóvenes acusados.

Según indicó ante el Tribunal en lo Criminal 1 Graciela Noemi Parodi, efectivo de la Policía Científica, ambos calzados marca Cyclone usados por Thomsen esa noche, presentaban "presunto tejido humano".

A continuación, Norma Beatriz Tramontini, del Laboratorio Químico de la Policía Departamental de Dolores, precisó que dos evidencias obtenidas de la zapatilla derecha arrojaron tras su análisis resultado positivo para sangre humana, mientras que otra mancha hallada en el lateral derecho de la izquierda no pudo ser peritada porque "era muy pequeña".