El periodista Juan Carlos "Toti" Pasman fue víctima de una estafa virtual tras recibir dos mails y un llamado al celular. Lo contó en su programa de Radio La Red: "Cuando a uno le pasa algo así tiene que contarlo para evitar que les pase a otros". Estaba en su casa jugando con su hijo, "en un momento familiar extraordinario" después de "un día de cosas intensas", "con la guardia baja", cuando recibió un mail.

"Supuestamente de mi banco. La famosa trampa en la que yo nunca caigo, pero la verdad que yo estaba en otra", relató. El correo electrónico le solicitaba que cambiara sus contraseñas de acceso al homebanking y confirmara sus datos. "Pero claro, todo el tiempo te llegan (mails): Cambie su clave, Cambie esto. Y esta vez, como un gil, lo hice", sostuvo.

Su hijo, con quien estaba jugando, le avisó que tenía un llamado en el celular. "Atiendo, y un tipo, que me hizo entrar muy bien, me dice: Soy Guillermo tanto, de tal banco. ¿Usted recién cambió su (clave)? ¿Acaba de confirmar?. Sí, le digo. Ah, bueno, porque estamos chequeando todo. ¿Me puede decir este mensaje que le va a llegar?. Sí, cómo no. Tal cosa. Y me corta", recordó.

Pasman recibe una nueva notificación de su casilla unos segundos después. "Me llega un mail (avisando) que me habían hecho una transferencia (destinando su dinero a otra cuenta) de una fortuna de plata. Imaginate... ¡los nervios!", relató.

El periodista sostuvo que los delincuentes operan con este tipo de prácticas "después de las nueve de la noche, cuando ya no te atienden en el 0800 del banco". "Gracias a Dios, después de veinte minutos en los que caminaba por las paredes me llegó un mail de que la transferencia había sido revertida. El banco sospechó, dudó, la tomó, pero después la revirtió", dijo el periodista.

Ya realizó la denuncia correspondiente en la Fiscalía de Cibercrimen, que se ocupará de rastrear a los estafadores. "Yo, un verde, eh -reconoció-. Pero no caigo nunca: de esos mails me han llegado 300. Hoy, me agarró con la defensa baja. Y lo metí, porque no sé qué tenía en la cabeza. Y al toque me llaman. ¡Y pumba!, me engancharon. Cuidado, cuidado, mucho cuidado", concluyó en un mensaje para sus oyentes, para que el intento de estafa virtual que sufrió al menos funcione como un llamado de atención a otras posibles víctimas de una modalidad cada vez más frecuente.