El futbolista de Boca Juniors, Sebastián Villa, fue acusado por un nuevo caso de abuso sexual y la declaración de la mujer ante la Justicia brindó estremecedores detalles. “Él se bajo los pantalones y se subió encima mio”, aseguró y explicó los motivos por los cuales no reveló su historia anteriormente y por qué no iniciará otra causa. 

Esta denunciante declaró ante la fiscal que lleva adelante la causa por la cual se investiga al delantero por el delito de abuso sexual con acceso carnal sobre Tamara Doldán. Como bien se informó, ella asegura que ambos episodios sucedieron en la misma noche y en la misma vivienda  que el jugador de Boca tiene en la localidad bonaerense de Canning.

El encierro en la pieza y el empujón a la cama

En el principio de su relato, la mujer contó ante la funcionaria: “En el living yo le dije si me regalaba una camiseta, yo soy hincha de Boca, y me dijo que sí, ahí estaba Vikingo con su novia y Sebastián dijo que ahí había una habitación, él me agarró del brazo y de dos empujones me metió a la pieza, fue dos segundos”. 

Luego, la mujer describió: “Cerró la puerta. Me empezó a besar, yo le dije que no quería estar con él, que solo quería la camiseta”. “Me empezó a besar, a besar, yo me quería correr y él me besaba igual en la boca. Cuando yo intento salir de la pieza, él me empujó a la cama”, agregó.

Allí brindó los detalles más dramáticos que habría vivido con Sebastián Villa. “Yo quería salir de la pieza y forcejeamos, forcejeamos, el igual me agarraba de los brazos me empujaba a la cama, no entendía que le decía que no, estaba muy borracho. Él se bajo los pantalones y se subió encima mío”, indicó la denunciante.

El rol del patova de Sebastián Villa 

Por otra parte, la mujer también detalló su intento para escapar de la situación de abuso: "Yo en ese momento estaba en la cama y le mandé mensaje a mi amiga a ver si me venía a buscar. Porque Vikingo estaba del otro lado de la puerta que estaba cerrada, cuando yo quería abrir la puerta, Villa me empujaba a la cama".

"Él en un momento me arrancó la bombacha y él cuando ya estaba encima mío, le dije que se ponga un preservativo o se saque la ropa. Él me tenía agarrada de los brazos y si bien me apoyaba, no llegó a penetrarme porque yo me corría. Yo le pedía que se pusiera el preservativo, que se sacara el buzo, eso lo hice para que ocupe sus manos y yo poder salir de la habitación", manifestó ante la fiscal de la causa.

Finalmente completó: "En ese momento yo pude abrir la puerta y mi amiga estaba del lado de afuera diciéndole a Vikingo que abra la puerta y Vikingo me dijo que el trabajaba para Villa, no para mí. Cuando salgo de la pieza, mi mejor amiga me dijo que nuestros amigos nos estaban esperando afuera en el auto".

La relación con Villa y la llegada a Canning

De la misma manera, según el relato oficial, la mujer conocía a Sebastián Villa desde antes de este abuso y mencionó: “Lo conocí a él en otra presencia en Puerto Madero, en un departamento. Fui con otras dos amigas y cuando se terminó la fiesta ahí él dijo que vayamos a su casa en Canning y él nos pagaba la presencia y el uber y yo fui con mis dos amigas”. 

Ahí estaba bien, normal, o sea, nos llevamos bien, estábamos tomando algo en ese lugar bien y nos invitó y fuimos”, agregó sobre la llegada a la casa del futbolista colombiano. En otro tramo describió que “él estaba ahí con sus primos y la estábamos pasando bien, estábamos bailando salsa, bachata, por eso fuimos”.

“Fuimos a otra quinta en Canning a otra presencia y en el boliche, en Kapital. Yo estuve con él la primera vez que nos pagó la presencia, el día de Puerto Madero, pero lo hice porque yo quise. Pero no la pase bien y nos fuimos. Porque él es bruto, él te ahorca, te pega cachetazos, al momento de tener relaciones sexuales y cuando terminó, él nos dio la plata del uber y yo me fui a mi casa”, precisó sobre el delantero de Boca.

"Esto me podría afectar"

Por último, según el documento de la declaración testimonial sobre el intento de abuso sexual que sufrió por parte de Sebastián Villa, la mujer manifestó que no quiere iniciar una acción penal y sobre esa determinación justificó ante la fiscal: “No quiero.

Yo quiero seguir con mi vida y olvidarme. Preguntada para que diga si la declarante cree que en caso de instar a la acción penal, eso podría generar una afectación de su vida privada, a lo que manifiesta: sí, porque yo trabajo en boliches, lugares donde van jugadores de fútbol y esto me podría afectar”, señala el documento oficial de la declaración.