Un peligroso delincuente que era intensamente buscado desde el jueves pasado en Río Negro, luego de fugarse de una cárcel de Viedma, fue detenido en Bahía Blanca, donde protagonizó un raid delictivo junto a su banda que incluyó varias entraderas.

Sin embargo, el dato más curioso de la captura del sujeto identificado como Kevin Parson fue que tras desvalijar la casa de una de sus víctimas y antes de escapar con el botín, la abrazó y le habría dicho que "era chorro para darle de comer a sus hijos".

La seguidilla de robos de Parson comenzó luego de escapar del penal donde cumplía condena desde 2016 por robo calificado. Primero golpeó a un guardia y luego se dio a la fuga gracias a la ayuda de un complice que lo habría esperado en moto para huir.  Ambos armados, ingresaron a una casa familiar de un reconocido empresario de Viedma donde obligaron a arrodillarse a la esposa y su hija de 9 años mientras jugaban a a la ruleta rusa.

“Esas lacras que tenemos en el penal de la provincia de Río Negro… ¿Quién es Parson? ¿Mandrake el mago? Se escapa tres veces del penal. Lo entregan para que vaya a robar para la corona. Estoy muy caliente y dolido porque nos cagaron la vida y le cagaron la vida a mi hija de 9 años. Las cicatrices psicológicas que le van a quedar. Estoy hablando con profesionales y todos me hablan de tiempo, tiempo...¿Y en el mientras tanto?”, aseguró a la prensa el padre de la familia asaltada.

Lejos de conformarse con obtener 100 mil pesos de su primer objetivo, continuaron hasta una cerrajería donde intentaron llevarse la recaudación del día, pero fueron sorprendidos por la reacción del dueño del local.

“Yo estaba en la parte trasera de la cerrajería y veo entrar a dos muchachos con los cascos puestos; eso me llamó la atención y, cuando me estoy acercando, veo que atacaron a una señora que estaba como clienta. La golpearon y la tiraron al suelo”, aseguró el testigo, que contó: "Cuando veo que se me están viniendo encima, agarré una barreta y empecé a golpearlo. Tenía un arma, la alcanzó a sacar, así que tenía que pegarle fuerte para no dejarle levantar el arma. Se tenía que cubrir de los golpes y no la podía agarrar”.

Sin embargo, no terminó con ese asalto frustrado y continuaron los ataques. Desde allí, realizaron varios robos menores hasta llegar a Carmen de Patagones, donde tomaron un taxi que los llevó hasta Villa Lynch. Allí atacaron al chofer y lo obligaron a quitar la radio frecuencia para que nadie pudiera seguirlos a través del GPS.

"Era chorro para darle de comer a sus hijos"

La última persona damnificada fue una mujer llamada Patricia Morales, a quien sorprendieron en su hogar y la despojaron de 10000 pesos que guardaba en su cartera, el teléfono celular y sus ansiolíticos. “Se tomó tres Clonazepam y salió”, recordó Morales.

La víctima también relató que antes de retirarse el ladrón: “Me dio un abrazo y me recomendó que no deje más la puerta sin llave. Me dijo que no era asesino, que era chorro para darle de comer a sus hijos”. No obstante, los dichos de Parson habrían sido una actuación, debido a que no tendría hijos.

La Policía pudo recapturarlo finalmente en la localidad de Bahía Blanca junto a otros dos complices.