Un individuo resolvió entregarse detenido ante los funcionarios de la Justicia al encontrarse sindicado de haber sido responsable material del misterioso asesinato de un almacenero, de 61 años, cuyo cadáver carbonizado apareció el 16 de julio en el baúl de su automóvil, tras ser raptado de su vivienda

El suceso, que cronica.com.ar publicó en su momento en forma exclusiva, se registró en el oeste del conurbano bonaerense y se asegura que el sospechoso era familiar lejano del comerciante. Se investigan los motivos del crimen.

Voceros judiciales revelaron a cronica.com.ar que el sujeto, al que se lo requería por la muerte de Pedro Méndez, decidió entregarse días pasados ante las autoridades de la Unidad Funcional Temática de Homicidios de la jurisdicción, en la causa que era tramitada por el fiscal Claudio Gabriel Fornaro.

De acuerdo a lo expresado por los informantes, el sospechoso, cuya identidad no divulgaremos por razones legales, era pariente lejano de Méndez y había sido reconocido en las distintas imágenes, captadas por las cámaras de vigilancia instaladas en dicho vecindario.

Según los trascendidos, los servidores públicos de la comisaría 4ª Sur y los pesquisas de la Dirección Departamental de Investigaciones (D.D.I.) de la zona habían efectuado un total de cuatro allanamientos para localizar al homicida, quien se mantenía en condición de prófugo tras el asesinato del almacenero. 

Peritos de la delegación local de la Policía Científica, al ser convocados por las autoridades de la Justicia, realizaron una requisa en la finca en la que residía el sexagenario, situada en la calle Llorente al 6900, casi en el cruce con Juan Cruz Varela, para obtener evidencias de lo acontecido. 

Consta en el expediente, que este sujeto había sido observado por un habitante del barrio el mismo día de la aparición del cuerpo, mientras cavaba un pozo en un terreno, desplazándose en un Chevrolet Prisma oscuro, que pertenecía a Méndez.

El hallazgo

Tal lo que se difundió, el hallazgo se produjo en horas de la noche del 16 de julio, cuando los integrantes del Comando Patrulla (CP) recibieron un aviso en el número telefónico de emergencias 911, el cual hacía referencia a un coche que había sido prendido fuego en la esquina de Máximo Herrera y Cañada de Gómez. 

Al arribar al mencionado lugar, esos efectivos policiales vieron que el auto era un Chevrolet Prisma gris, con el dominio finalizado en PN.

Con rapidez, los bomberos apagaron las llamas y entonces localizaron el cuerpo de un hombre, tendido boca abajo en el sector del baúl.

El 15 de julio, un sobrino de la víctima, de 37 años, denunció en esa misma seccional que desconocía el paradero de su tío luego de haber conseguido observar, en imágenes registradas por cámaras de seguridad existentes en su vivienda, que una persona, vestida con ropas oscuras, ingresaba al domicilio habitado por su familiar.

En su narración, el hombre sostuvo que pocos minutos después vio que, del garaje del inmueble, salía el Chevrolet Prisma perteneciente a su tío, pero en aquel momento el testigo no alcanzó a advertir si su pariente se hallaba en el interior de la unidad. Como consecuencia de la denuncia radicada en la comisaría, se abrió un expediente que fue caratulado “Averiguación de paradero”.

Por F.V. 

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