Un hombre se atrincheró en su vivienda con un arma de fuego y su familia llamó a la policía. En el lugar trabajó un negociador de la fuerza de seguridad porteña y personal del SAME. Tras amplio operativo, el sujeto logró ser reducido y quedó detenido.

El episodio tuvo lugar en un complejo habitacional de la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires. Según trascendió, fue la hija del hombre quien llamó al 911, denunciando que su padre "estaba con actitudes muy violentas y muy drogado", por lo que también se barajaba que el sujeto podía estar desvanecido o dormido en el interior de la vivienda por los posibles estupefacientes que había consumido.

De acuerdo a una fuente policial, el hombre estaría "muy drogado por haber consumido cocaína". De manera que fue trasladado esposado y con custodia policial en una ambulancia que es escoltada por móvil hacia el hospital Piñero, donde será asistido por adicciones.

En el marco del operativo, la policía ordenó el desalojo de los vecinos del sujeto, para extremar todo tipo de medidas debido a que según advirtieron vecinos esta mañana se habían escuchado disparos desde la vivienda en cuestión, alrededor de las diez de la mañana de este martes. Además, el hombre habría arrojado objetos desde el balcón del departamento.

¿Cómo fue el operativo?

Un móvil de Crónica HD que estuvo en el lugar informó que el hombre armado estaba atrincherado en el cuarto piso de un departamento que da a la calle, de manera que gran parte del procedimiento se concentró en la zona de la terraza, desde donde se colgaron con sogas. 

Una psiquiatra también se hizo presente en el lugar para trabajar en la situación de extrema tensión.

En el marco del operativo especial que se desarrolló, trabajaron seis agentes especializados. El móvil de Crónica HD, que estuvo en el lugar donde pasó la dramática escena, informó que dos agentes de las fuerzas especiales de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, ingresaron a la vivienda por la ventana. 

Desde el interior de la vivienda se escucharon "ruidos de golpes" por lo que se presumió que se habría derribado alguna puerta. Tras ingresar, uno de los agentes levantó el pulgar en señal de que la situación ya estaba bajo control.