El licenciado Daniel Salcedo, reconocido criminalista que fue por más de tres décadas Policía de la Bonaerense y estuvo una docena de años en Homicidios, fue jefe de la división Científica y también de la Fuerza de la provincia de Buenos Aires por 15 meses, fue uno de los testigos clave en el juicio por el crimen de María Marta García Belsunce.

Es por eso que ahora, por decisión propia, armó una reconstrucción de lo que sucedió el 27 de octubre de 2002 en el country Carmel, con visualización en 3D incluida. Habló por casi cuatro horas y sus conclusiones, de “una alta probabilidad”, según sus dichos,  a tal punto que complicaron aún más la situación de Nicolás Pachelo.

Tras hacerse del expediente completo del caso que tiene como principal imputado a Pachelo, Salcedo y su equipo de trabajo analizaron los evidencias y declaraciones. “El trabajo me demandó meses. No sabía si llegaba para octubre”, dijo al revelar que este miércoles era la última jornada de la fiscalía para presentar sus testigos. Fue el broche de la acusación.

Salcedo detalló durante su declaración que fue tres veces a la casa del country Carmel a hacer mediciones y concluyó que el homicidio ocurrió en el baño, que el asesino actuó solo y primero la golpeó, luego la baleó y descartó el cuerpo en la bañera para escenificar; que era del barrio, que tenía información de cómo era la casa y que allí podía robar algo.

“Voy a ser prejuicioso en base a mi experiencia policial, un ladrón es un ladrón que roba cuando tiene la ocasión de hacerlo. La persona que vive pensando en apoderarse de algo ilegítimamente no espera más que la ocasión, se sinceró.

Además, el licenciado en Criminalística descartó el ADN encontrado de la antesala del cuarto como prueba. “No es fiable por la contaminación de la escena y porque, en ese tiempo, no se conocía la tecnología que hay ahora y no le permitía saber que uno estaba interfiriendo en el resultado en la manipulación de la evidencia. Es muy difícil que supiesen que estaban vulnerando protocolos”, explicó sus razones y dejó una pregunta interesante: ¿Alguien comparó ese material genético con el de los peritos?”. Hasta la fecha no se halló una coincidencia con esos perfiles genéticos que están en la causa.

Salcedo también dio certezas de que el arma que se usó para matar a María Marta fue un revólver calibre .32 largo. Un arma y un calibre que el testigo previo vinculó con Pachelo. La referencia del criminalista en este punto fue con lujo de detalles, incluso midiendo frente a los jueces del Tribunal Oral Criminal N°4 de San Isidro los plomos que extrajeron del cráneo de la socióloga y el famoso ‘pituto’.

Por último, dio su hipótesis más probable, de tres posibles, sobre cómo fue el homicidio: “El primer disparo (el ‘pituto’) intensificó la indefensión y ahí vino el remate”. Y contó ante la pregunta de cuánto pudo tardar en disparar: “Entre un segundo y medio y tres segundos tardó en hacer los seis”.