Tras haber asesinado a balazos a su pareja Gladys Paz, que trabajaba como policía, cerró la puerta de la casa en la que ambos convivían hace dos años, en Rosario de la Frontera, en el sur salteño, y escapó hacia la capital provincial. Así reconstruyeron los investigadores sobre Nicolás García, también integrante de la fuerza, que permanecía prófugo este viernes acusado del femicidio.

Nicolás García y Galdys Paz vivían juntos hace dos años.

El crimen fue descubierto en la tarde del jueves en un domicilio del barrio Carmen Salas, a donde policías llegaron para averiguar que había pasado con Paz, quien no presentó a trabajar, indicaron fuentes judiciales.

La puerta estaba cerrada y la moto de García no estaba. Los familiares también estaban preocupados porque no respondían las llamadas. Al ingresar, los policías encontraron el cuerpo de la mujer con evidentes signos de haber recibido disparos de un arma de fuego.

Desde ese momento, el personal policial comenzó a buscar a García, principal sospechoso del femicidio, y marido de la víctima, con quien tenía un hijo pequeño. Descartaron que el chico haya presenciado el brutal crimen, ya que estaba en casa de sus abuelos maternos cuando ocurrió todo durante la madrugada del jueves.

Los investigadores, por su parte, siguieron el rastro del acusado, de 28 años, hasta la capital provincial. Antes, habría hecho una parada en la casa de un familiar para deshacerse de su uniforme, aunque tendría en su poder el arma reglamentaria

 Interviene en el caso el fiscal penal de Rosario de la Frontera, Oscar López Ibarra.