En las últimas horas se hizo viral la foto que compartió el pastor que estaba preso, en su estado de Whatsapp en la que una mujer, precisamente la novia de su compañero de celda, lo está besando. La imagen fue tomada durante una de sus salidas transitorias de la Unidad 32 de  Florencio Varela donde estaba alojado, y aún no regresó. La historia despertó la intriga de quien es este sujeto que se encuentra prófugo y que es buscado por la policía. 

Su nombre es Alejandro Claudio Guerrero, tiene 37 años, y es un referente evangelista dentro de los penales por los que transitó. Inclusive su predicación fue lo que lo llevó a establecer un vínculo de amistad con su compañero de celda, a quien recientemente habría traicionado, luego de compartir una foto en la que la pareja de su "amigo" lo está besando. Tras la difusión de la selfie, Guerrero ya recibió intimidantes amenazas de otros detenidos que juran venganza.

La foto que se viralizó que Guerrero se sacó junto a la novia de su compañero de celda. 

Sin embargo, aunque el nombre de Guerrero comenzó a resonar en las noticias estos últimos días a partir de la imagen que se viralizó, su primer vínculo en los medios se remonta a 2018 en un ciclo de Telefé Noticias donde contó su historia delictiva desde la Unidad 9 de La Plata. 

En el video el joven dijo que su carátula es "robo calificado y portación ilegal de arma de guerra". Además, contó que su primer robo fue a los 10 años, y que a esa misma edad ya vivía en la calle y consumía cocaínaSe la pasaba arriba de trenes donde les robaba a los pasajeros distraídos. "Sustraía bolsos, billeteras. Tiré muchas personas a las vías, para robarles. Al que se resistía, lo empujaba del tren. No sé si alguno habrá muerto", había detallado el joven.

Según dijo en la entrevista, pasó 20 años detenido. "Yo quería morirme", remarca en un fragmento. "Estaba en la calle a la edad que tenía que estar en el colegio, el club y con mi familia. Lo más doloroso que viví en el tren fue ver a un nene de mi edad con su papá y su mamá. Verme en mi situación, me mató de impotencia". Incluso en la nota, confiesa que llegó a matar.

El pastor Alejandro habría llegado a la iglesia carcelaria por negocios. Hasta hace menos de un año, era referente de los sectores 7 y 8 de la Unidad 9 de La PlataUn "siervo de Dios", como se los llama. Su jerarquía era "evangelista". Su última causa es de octubre de 2015.

"Quería hacerte creer que era cristiano y tenía mucho contacto con los penitenciarios", cuenta un detenido. Y agrega: "Hacía negocios con ellos: vendía la carne que recibía para el pabellón, te cobraba las camas y lo que te puedas imaginar".

La rutina en los dos pabellones que dirigía comenzaba a partir de las 7 de la mañana, una hora de oración. Luego de 9 a 10, participaban de la actividad "Estudio bíblico". A continuación le seguía el "culto central". A las 13, oraciones por la familia, en tanto el cierre era a las 18 horas.

El pastor Alejandro, por su jerarquía, también accedía a los talleres curriculares de la tarde: era guitarrista y cantante de la banda de música del sector evangelista. Además, participaba de las reuniones espirituales. Así fue que se volvió un referente evangelista dentro de los penales, y ese fue el motivo por el que se vinculó con su amigo de celda, a quien tiempo después habría traicionado, al compartir una selfie con su novia durante una salida transitoria, y darse a la fuga. 

Así el pastor Alejandro Claudio Guerrero, daba a conocer su historia delictiva hasta hacerse evangelista