El personal policial de la comisaría de la localidad bonaerense de Mercedes, en donde se hallaba detenido el femicida de Vanesa Carreño, quien falleció en su celda este sábado por la tarde, detalló que Carlos Soruco Fernández "estaba inmóvil, en posicion de cúbito dorsal (boca arriba) sobre su camastro" y sin presentar "signos de violencia".

El relevamiento médico realizado por el doctor Daniel Vargas explicó que al momento de acudir al calabozo de Soruco, el hombre ya se encontraba sin signos de vida, luego de que el detenido hubiera pedido esta mañana la asistencia médica, al afirmar que se sentía "descompuesto".

Según señala el comunicado de la comisaría, se hará un peritaje científico al lugar por orden de la UFI 3 de Mercedes, que también exigió que se le practique una autopsia al cadáver de Soruco Fernández.

El acusado de matar a puñaladas a su expareja delante de sus hijos, de tres y cinco años, estaba detenido desde las primeras horas de la tarde de este sábado y se encontraba aislado, solo en el calabozo.

El fiscal Pedro Illanes, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 del Departamento Judicial Mercedes, quien le imputaba el delito de “femicidio agravado por el vínculo y por ser cometido mediando violencia de género”, iba a ser quien indagara al acusado este domingo. 

La hipótesis sobre la muerte del femicida

 

Según estiman los investigadores, el femicida pudo haber ingerido veneno para ratas, momentos previos a su detención y captura por parte de unos vecinos de la localidad de Mariano Acosta, quienes lo encontraron tirado en un basural aparentemente "barracho o drogado". Los vecinos fueron quienes alertaron al 911, de la presencia del femicida, quien fue reconocido gracias a las imágenes difundidas por Crónica HD.

En ese sentido, Soledad Carreño, una de las hermanas de la víctima, este viernes aseguró a la prensa que: "Mi tía me llamó de Mariano Acosta que mi cuñado la había llamado y le dijo 'cuidame a mis hijos que yo voy a tomar veneno, ya no puedo más".

Soruco, de nacionalidad boliviana, acudió a la casa de su expareja Vanesa Carrreño de 29 años, en donde la asesinó de varias puñaladas en el cuerpo. El femicida luego escapó y arrojó el arma por el techo de la vivienda y hallada más tarde por los peritos. 

"El exmarido le traía zapatillas a los nenes de 5 y 3 años y la apuñaló, los nenes presenciaron ese momento horrible viendo cómo mataban a su mamá", publicaron en redes sociales conocidos de la víctima.

Los vecinos de Vanesa fueron quienes escucharon los gritos de la víctima y llamaron a la policía, quien finalmente comprobó el asesinato de la mujer. Según los peritos, la mujer presentaba 13 cuchilladas que le provocaron en la muerte, esparcidas en la espalda, tórax y el abdomen.