La Fiscalía de Cámara y la defensa oficial de una joven de 21 años acusada de asesinar a sus dos hijos en su casa de Tucumán en 2018, acordaron solicitar una pena de 25 años al Tribunal que lleva adelante el juicio abreviado por el doble filicidio.

El juicio abreviado se lleva adelante en la Sala II de los tribunales de Concepción y tiene como acusada a María José Álvarez, quien afronta cargos por "doble homicidio agravado por el vínculo y al haber actuado con alevosía", cometido contra sus hijos Máximo, de 3 meses, y Nicole, 3 años. 

En el litigio estaba previsto que declaren más de 15 testigos entre vecinos y peritos, pero el fiscal Ramón Enrique Rojas y el defensor oficial Pablo Cannata, con el consentimiento de la acusada, resolvieron evitar el trámite del juicio oral y consensuar la condena.

En tanto el tribunal integrado por Jesús Carlos Pellegri, Roberto Flores y Sergio Altamirano, tiene 10 días para expedirse sobre el acuerdo y dictar sentencia.

Según señalaron durante la audiencia el fiscal Rojas y el defensor Cannata, a la imputada le correspondería una condena de prisión perpetua pero "existen circunstancias que atenúan la pena, ya que al momento de los hechos Álvarez sufría una depresión post-parto y era víctima de violencia de género por parte de su ex pareja, Diego Alberto Espíndola".

"La relación con Espíndola estuvo marcada por un contexto de violencia, el hombre imponía, a través de la violencia, una relación de poder sobre la imputada, por su estado de vulnerabilidad", indicaron las partes al comunicar el acuerdo a los jueces.

Por su parte, la joven contó ante al tribunal que Espíndola, cuando llegaba a su casa, su pareja la golpeaba y luego la violaba y que ella ni lo denunciaba "por miedo", situación que se repitió el día que mató a sus hijos.

El fiscal solicitó que una vez que se confirme la condena se derive la causa a la fiscalía de turno a fin de que investigue los posibles delitos en los que podría haber incurrido Espíndola. El hecho que se trata en este juicio ocurrió el 1 de mayo de 2018, cuando Álvarez asfixió a sus hijos, en la casa familiar donde vivían, ubicada en el paraje San José, en La Cocha, y luego intentó suicidarse al arrojarse desde el techo de la misma vivienda.

La caída fue amortiguada por la intervención de bomberos y policías, que ya se encontraban en el lugar alertados por los vecinos de la joven.