Iban coche fúnebre y murieron cuando el vehículo se despistó en una ruta de Misiones y terminó en el cauce de un arroyo.

El único que logró salvar su vida fue el chofer, pero quedó detenido porque se constató que estaba alcoholizado. Las dos personas que iban con él murieron.

El accidente ocurrió el domingo en una ruta que vincula a Estación Apóstoles con la localidad correntina de Colonia Liebig, cuando el Toyota Corolla Fielder que se desplazaba a gran velocidad por la ruta provincial 10 quedó fuera de control a metros el puente sobre el arroyo Chimiray, en el límite interprovincial.

Así quedó el vehículo.

El chofer Gustavo Roberto Couto, de 40 años, quien tenía 1,92 gramos de alcohol en sangre. Primero impactó contra las protecciones laterales de la ruta y luego siguió su marcha hasta el cauce del arroyo.

Couto, quien fue trasladado al Hospital de Apóstoles. El médico policial estableció que el chofer de la empresa fúnebre se hallaba desorientado, con evidencias de una intoxicación etílica aguda, y con una actitud agresiva. Por el impacto sufrió un traumatismo de tórax con una fractura costal.

Couto dijo que viajaba con “dos o tres personas”. Los bomberos que trabajaron en el rescate del vehículo del cauce del arroyo durante casi una hora comprobaron finalmente que las víctimas eran dos y quedaron dentro de la cabina, en el asiento delantero.

Fueron reconocidos por los familiares. Se trata de Geremías Esequiel Aranda, un albañil de 21 años; y Daniel Ezequiel Márquez, un soldado voluntario del Ejército Argentino de 23 años.

Couto quedó detenido en el hospital, con custodia policial.

Se esperan los resultardos de las autopsias para establecer si fallecieron a causa del impacto contra el guardarrail o ahogados al no poder abandonar el coche cuando cayó al agua.