Los narcos no dejan de sorprender. Un gato quedó detenido cuando intentaba ingresar a una cárcel panameña con droga envuelta en su cuerpo.

Custodios y unidades policiales en las afueras de la cárcel Nueva Esperanza, en la provincia caribeña de Colón, unos 80 kilómetros al norte de Ciudad de Panamá, descubieron  que el gato llevaba algo.

Fue interceptado cuando se dirigía a la cerca perimetral del centro penitenciario, que alberga a más de 1.700 presos.

"El animal tenía una tela amarrada al cuello que mantenía dos envoltorios" con "materia vegetal, cuatro envoltorios forrados de plástico transparente de polvo blanco y otro con hojas", explicó Andrés Gutiérrez, director general del Sistema Penitenciario panameño.

El fiscal de drogas de Colón y Guna Yala, Eduardo Rodríguez, manifestó al canal Telemetro, que el gato transportaba, cocaína, crack y marihuana.

Las autoridades sospechan que, para transportar droga, los animales son engañados con comida desde las cárceles para hacerlos regresar con las sustancias ilícitas.

Tras la captura del gato, la Fiscalía de Drogas de Colón y Guna Yala anunció en su cuenta de Twitter haber iniciado "investigaciones por la utilización de animales para el traspaso de sustancias ilícitas al Centro Penitenciario Nueva Esperanza".

El ministerio de Gobierno informó que una vez tomadas las evidencias, el gato fue entregado a una fundación defensora de los animales.