La remera de egresados de sexto grado, en cuya parte trasera de la prenda tenía la inscripción de "More", fue el signo mediante el que reconocieron que el cuerpo desvanecido a escasos metros de la escuela Almafuerte N°60 pertenecía a la alumna Morena Domínguez, de once años, quien esta mañana fue salvajemente atacada en el marco de un robo motochorro por sacarle el celular, y por el que hay dos hermanos de 25 y 28 años con antedentes penales detenidos.

"Mi hija vio morir a su amiga, quedó traumada", dijo Elizabeth, mamá de una compañera de curso de la menor asesinada, en diálogo con cronica.com.ar, quien fue testigo del caos y la tensión que se vivió minutos posteriores al ataque del que fue víctima Morena. 

Pese a los intentos por salvarle la vida, una hora después la menor murió en el hospital Evita de Lanús, a causa de un paro cardiorrespiratorio provocado por las graves heridas que sufrió cuando su cabeza golpeó contra el asfalto, al ser arrastrada mientras era asaltada con la intención de robarle sus pertenencias.

"Hicimos todo por hacer sobrevivir a Morena y hacerla reaccionar", sostuvo Elizabeth. "Lo único que te puedo decir es que queremos Justicia, es lo que estamos pidiendo", puntualizó.

Compañeros de curso "de toda la vida" de Morena fueron espectadores de los constantes esfuerzos por "hacer sobrevivir a More", tal como la apodaban cariñosamente, pese a la gravedad de las lesiones que había sufrido.

"Primero la vi a Morena que estaba en una mesa acostada, estaban todos los profesores encima de ella, yo no pensé que había pasado nada. Después nos corrieron a otro salón, donde escuchamos los gritos", relató Camila, compañera y amiga de la víctima, en diálogo con cronica.com.ar.

Mariela, una vecina de Morena, que vive en el barrio Eva Perón desde hace 35 años, la describió a la menor asesinada, "como una nena buena".

"Pasaba todos los días por la puerta de mi casa para ir al colegio. La llevaba el papá con la moto, o la abuela, pero hace una semana que empezó a ir solita", relató. Es que el papá recientemente había conseguido una "changa" en una cooperativa.

Por eso, Morena hacía una semana había comenzado a ir sola a la escuela. Tomaba el colectivo que la dejaba en la esquina del colegio, y luego esperaba en el kiosco de en frente hasta que la escuela abra sus puertas a las 7.30.

La vecina, que se crió a la par del padre de la menor, manifestó que "son gente de trabajo". Los abuelos tienen un negocio en el que venden productos de limpieza.

Pedido de Justicia por Morena

Tras el violento ataque que terminó con la muerte de Morena, se convocó a una primera protesta en la puerta de la escuela situada en la calle Molinedo al 3200, de Villa Giardino. Aunque luego la protesta se movió a la intersección de J.J.Rucci y Bulnes, donde detrás de la hilera policial de uniformados que perimetraban el ingreso de la comisaría, cientos de vecinos, padres y compañeros de curso de Morena, o gente que simplemente se acercó a la convocatoria conmovida por la noticia, aplaudió, gritó y visibilizó el dolor por la injusta muerte de la adolescente. 

"Tendría que estar estudiando, no asesinada", rezaban algunos de los afiches. 

Pese a que hubo incidentes por un grupo reducido de jóvenes que arrojó piedrazos y baldosas al aire, en dirección a la policía, el pedido de Justicia se hizo oír, y la ciudadanía pidió "que se vayan" quienes ensuciaban el legítimo reclamo. 

Vecinos de Morena, padres y madres de sus compañeritos, visiblemente conmocionados pusieron el cuerpo para pedir Justicia, entendiendo que "hoy le tocó a Morena", pero que "podría haber sido un hijo suyo".

También estuvieron presentes llorando a su amiga, los compañeros de escuela de Morena. Todos identificados con el mismo buzo escolar de egresados de sexto año, que llevaba puesto la víctima al momento de ser asesinada.

Florencia María y Ana, son tres mamás de niños y niñas de sexto grado, compañeros de Morena, que esta mañana cuando llevaron a sus hijos al colegio, se encontraron con el trágico episodio. "Fui a llevar a las nenas al colegio cuando el barrendero pega el grito, nos acercamos a la esquina, y me dirijo con otra mamá a ver quien era la persona que estaba tirada. Cuando me acerco me di cuenta que era ella por la identificación de la remera de egresados, la doy vuelta, y le veo el nombre que decía ´More'. Ahí le digo al vicedirector ´es Morena de sexto A", relató Florencia, en diálogo con cronica.com.ar.

Inmediatamente con ayuda del vicedirector, y otra mamá la levantaron para llevarla al interior de la escuela. María, que también habló con este medio, expresó actuar por intuición y estar "aturdida" por lo que estaba sucediendo.

Morena ya estaba inconsciente. "No hablaba, se desvanecía. Cuando la levantamos y la estábamos trasladando hacia el colegio se orinó encima", manifestó María. 

Ya en el interior de la escuela, la colocaron encima de un pupitre y la mamá otro alumnos, que es enfermera "la acomodó, y le hizo los primeros auxilios". La menor tenía todo el torso lastimado y con raspones. Otra mamá le hizo RCP, mientras esperaban la ambulancia que tardó "entre 40 y 45 minutos".

"En el medio hizo dos convulsiones, y un paro cardiorrespiratorio", remarcó Florencia. 

"Yo me fui a mi casa pensando que había sido un robo más, estamos acostumbrados a eso, es la realidad", contó María, que horas después se enteró del desenlace fatal. 

"Lo que nosotros quisimos hacer es ayudar a la criatura, y tratamos de buscar la forma de que sobreviviera", concluyó Florencia. 

Jonathan, otro papá de un amigo de Morena, sin poder ocultar el dolor que lo invadía, remarcó la tristeza que se replica en su hijo, y en el resto del curso. "Él vio como entraban a su compañera desvanecida, orinándose, con convulsiones", expresó. Y agregó: "Está muy mal, no pudo venir a la protesta porque no para de llorar, no quería ni hablar, está en shock, son compañeros de curso de toda la vida, se conocen de chicos".

En sintonía con el dolor y la conjoja, Anabela, mamá de Oriana, la mejor amiga de Morena, que se enteró por el grupo de mamás y papás de Whatsapp de la noticia, sostuvo a este medio que su hija "está destrozada". "Desde hoy a la mañana hasta ahora, estaba llorando", manifestó, y recordó a Morena como "una nena de 11 años, sin maldad, con un montón de sueños por delante". 

"Tuvo que pasar esto, para pedir Justicia", dijo y manifestó que los robos en la zona son "moneda corriente". "Hace una semana le robaron a dos maestras como si nada", agregó. 

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