"Me mandé una macana con la María”. Con esas palabras Juan Aguilar, alias “El chacal”, un hombre de 53 años, confesó el femicidio de su hijastra, María Milagros Vázquez, de 23 años, cometido el pasado 13 de julio, cuyo cadáver fue encontrado en un monte de la localidad de Recreo, a 250 kilómetros de la capital de Catamarca.

María Milagros transcurrió durante 14 años una vida de maltrato psicológico y físico, y abuso sexuales, que terminó en su femicidio a manos de Aguilar, quien era su padrastro y abusaba de ella desde los 9 años.

Incluso, producto de esas violaciones, a los 14 él la dejó embarazada de su primera nena. Pese a que el hombre había sido denunciado por su pareja, la mamá de la adolescente, solo estuvo detenido ocho meses. E incluso, cuando salió en libertad, después nacieron dos nenas más. Por miedo, no volvían a denunciarlo. 

La causa recayó en la fiscal Jorgelina Sobh, quien ordenó la detención de Aguilar, tras semanas de investigación, en tanto el miércoles se dispuso una audiencia en donde Aguilar quedó con prisión preventiva, imputado por “homicidio doblemente calificado por mediar relación de pareja y por femicidio, en concurso ideal en calidad de autor”, un delito que prevé una pena de prisión perpetua.

En tanto, la jueza fijó para el 7 de agosto la lectura de los fundamentos, donde le dirá una por una las pruebas que lo incriminan. Después, será trasladado a un penal de Miraflores, ya que sigue detenido en una comisaría.

Además, se le hicieron las pericias médicas y psicológicas, para determinar si es imputable.

Mientras tanto, la querella espera una serie de medidas de prueba para avanzar hacia el juicio, que será por jurados. 

Uno de los elementos probatorios es el ADN que le extrajeron de las prendas de María, así como también rastros genéticos en la zona del cuello. 

Es que la autopsia reveló que el causal de muerte fue por asfixia mecánica.

Tras cometer el femicidio, el hombre le habría confesado a otra de sus hijas: “Me mandé una macana con la María”.

Inmediatamente, la confesión llegó a oídos de la mamá de la víctima que fue hasta la comisaría a hacer la denuncia y la Policía de Corrientes activó el protocolo de búsqueda casi de inmediato.

El sospechoso fue encontrado a dos kilómetros de la Ruta Nacional 157, en condiciones de ebriedad y con una soga en el cuello. Al llegar a la comisaría, dijo donde había dejado el cuerpo de la víctima.

Tras la indicaciones que dijo el sospechoso, la Policía hizo un operativo y en un camino rural de la ruta 116 sobre el paraje La Suerte, encontraron el cadáver, descartado entre los pastizales. 

“Si la Justicia hubiera actuado a tiempo, hoy María estaría con nosotros”, reclamó Marcela González, la abogada querellante de la mamá de la víctima.

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