La ciudad de Alta Gracia no sale de la conmoción por el femicidio de Silvia Carolina Figueroa, de 36 años, quien recibió cuatro balazos por parte de su marido, el teniente Carlos Rubén Suárez, de 42, delante de la hija de ambos. Tras el crimen, el acusado escapó en el auto familiar y decidió suicidarse en un escalofriante lugar, revelaron a Crónica HD.  

El femicidio ocurrió durante la madrugada del domingo en una vivienda de Godoy Núñez, en el barrio San Martín, en esa localidad cordobesa, donde vecinos alertaron a la Policía al escuchar detonaciones de arma de fuego.

Los investigadores reconstruyeron que Agustina (21), hija del matrimonio, intentó frenar a su papá mientras agredía a su mamá en la habitación matrimonial. En esas circunstancias, el hombre agarró su arma y ejecutó de varios disparos a la mujer.

"El femicida es un oficial conocido de Alta Gracia. Después del crimen, los vecinos avisaron sobre movimientos extraños en el cementerio La Paloma. Así descubrieron que Suárez se había suicidado en la tumba del padre después de haber manejado al menos un kilómetro, por lo que tuvo tiempo para pensar lo qué pasó", reveló el periodista local Leonel González en diálogo con Crónica HD"La magnitud por este suceso es muy grande", resaltó.

Oriunda de la localidad de Olta, en La Rioja, Figueroa era muy querida por sus compañeras del línea de emergencias 101 de la Departamental Santa María, donde trabajaba como operadora. Muy trabajadora y alegre son las dos características con las que destacaban la personalidad de la policía.

En mayo pasado, la sargento fue reconocida por uno de sus trabajos, desde el cual atendió a una mamá que llamó desesperada para pedir ayuda porque su bebé estaba asfixiándose. La llamada duró unos minutos, pero Figueroa logró guiar a la mujer para que pudiera darle los primeros auxilios a su hija y así salvaron juntas a la nena. "Fue muy reconocida y Alta Gracia la consideraba su heroína", contó González.

Si bien el fiscal Alejandro Peralta Ottonello apuntó que no habría antecedentes por violencia de género, amigas, compañeros y allegados de la víctima aseguraron que estaban al tanto de los episodios que sufría la mujer por parte de su esposo, y cuestionaron la labor del gabinete de psicólogos para asistirla.