Este martes la azafata de Aerolíneas Argentinas detenida como presunta autora de una llamada que alertó sobre la supuesta colocación de una bomba en un vuelo de la compañía con destino a Miami, cuyo despegue quedó demorado más de 7 horas tras la amenaza, y que además implicó una perdida millonaria para la empresa, será indagada por la Justicia. 

Sin embargo, la falsa amenaza de bomba que desencadenó en un sinfin de conflictos y complicó la vida, no solo de los 270 pasajeros sino también la de la empresa, tendría su origen en una situación de desamor, o mejor dicho despecho.

s que la Justicia investiga si la sospechosa, identificada como Daniela Carbone, de 47 años, que lleva toda una vida dentro de las cabinas, había mantenido hasta hace dos meses una relación sentimental con un tripulante de cabina que se encontraba en el vuelo que debía despegar hacia Miami. Este habría sido el motivo por el que la mujer utilizó la amenaza al comandante y al avión para desviar su verdadera intención, que consistía en complicarle la vida a su expareja.

A tal fin, las fuentes indicaron que, para sostener esa línea, también habría mandado mensajes al piloto del vuelo, en el que le advertía que "sabía a qué colegio" iban "sus hijas".

De esta manera, Carbone habría tomado el celular prepago de su hija mayor de 21 años, y con voz distorsionada mediante el uso de una web, The Voice Changer, especializada en esos efectos- ejecutó la amenaza de bomba, sin medir las consecuencias. En ese contexto, la Justicia secuestró un Iphone 13 Pro y otro 12 Pro en su domicilio, que habían sido utilizados con la línea identificada desde donde salieron las amenazas

La causa se encuentra "bajo secreto de sumario", pero advirtieron que "hay elementos de prueba suficientes" contra la mujer a quien se acusa de "coacción agravada al piloto" por "referencias a su familia", luego de haber intentado "hacer pasar la amenaza como una interna sindical". El juez de Lomas de Zamora Federico Villena la indagará este martes.


La azafata fue apresada al arribar al país en su último vuelo y está acusada de ser la autora del llamado que recibieron tanto el comandante a bordo en su teléfono personal, como otros integrantes de la empresa.

La llamada puso en alerta a la seguridad del aeropuerto, que implementó un operativo que demoró la salida del vuelo y generó complicaciones a los 270 pasajeros que viajaban en la aeronave.

En relación a la investigación que lleva adelante el juez Villena, fuentes de Aerolíneas indicaron que los delitos de "intimidación pública y entorpecimiento de los servicios públicos (art. 211 y 194 del Código Penal, respectivamente) son faltas graves, por ende, de comprobarse la acusación y el delito, la empresa sancionará a la persona investigada de forma proporcional a la gravedad del hecho".

¿Cómo fue la falsa amenaza de bomba?

El domingo 21 de mayo, el vuelo AR1304 de Aerolíneas debió ser evacuado en su totalidad cuando estaba por partir rumbo a la ciudad estadounidense de Miami, con 270 pasajeros y 12 tripulantes a las 07.35, al recibir, tanto el comandante del vuelo como personal de tierra, una amenaza asociada al vuelo.

Finalmente, tras corroborarse que se trataba de una falsa amenaza, el avión despegó a las 16.50, más de nueve horas después de lo previsto.

Daniela Carbone, será indagada este martes.

De acuerdo con fuentes vinculadas con la investigación, la amenaza consistió en un audio que decía: "Decile al capitancito que le pusimos tres bombas en el Miami. Que se deje de joder con la política y chequee el avión porque van a volar en mil pedazos".

La voz fue distorsionada, pero los investigadores pudieron establecer primero que se trataba de una mujer y, luego, determinar el origen de la misma, lo que llevó a la detención de la azafata.

Aerolíneas Argentinas sufrió una pérdida superior al millón de dólares, entre el operativo de evacuación de los pasajeros y lo que implicó la reprogramación de la partida hacia Miami y las demoras ocasionadas.

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