La justicia destituyó a la jueza de Chubut que fue filmada mientras besaba a un preso
Mariel Alejandra Suárez fue destituida como jueza penal por decisión dividida. El tribunal consideró que Suárez tuvo un mal desempeño de sus funciones y conducta indecorosa. Los detalles, en la siguiente nota.
Este miércoles, en una votación dividida, el Tribunal de Enjuiciamiento resolvió declarar un veredicto de culpabilidad y por mayoría dictó la destitución de Mariel Alejandra Suárez, la jueza de Comodoro Rivadavia que en diciembre de 2021 besó a un homicida. La lectura completa del fallo está programada para el viernes 24 de noviembre.
La votación reflejó una división en la opinión del tribunal. La diputada provincial Claudia Mariela Williams, el abogado Miguel Ángel Barletta y el presidente del Tribunal, Daniel Esteban Báez, votaron afirmativamente por la destitución. En tanto, quienes emitieron su voto en contra fueron la diputada Selva Mónica Saso y la abogada María Florencia Góngora.
Suárez hizo uso de su derecho a declarar en una extensa exposición y desestimó todos los cargos que tenía en su contra. Asimismo, cuestionó la constitucionalidad de la comisión acusadora del Consejo de la Magistratura que tuvo a su cargo los hechos, según informó el medio local ADNSUR.
En ese sentido, la comisión ratificó en los alegatos la totalidad de los cargos expuestos a lo largo del proceso, en cuanto a imparcialidad de la letrada respecto a su desempeño a lo largo del juicio contra el imputado Cristian “Mai” Bustos.
Por su parte, el abogado defensor, Jorge Benesperi, al igual que la propia jueza, rechazaron los términos de la acusación y aseguraron que ella no se apartó de sus funciones durante y con posterioridad al juicio.
En este sentido, ambos argumentaron que todo el proceso se basó en la difusión de un video registrado en el Instituto Penitenciario Provincial, el cual fue tomado y difundido de manera ilegal, según explicaron.
El 29 de diciembre de 2021, el jefe de turno contó que Suárez se reunió con “Mai” en el sector de aulas. En las cámaras, el oficial percibió un saludo “no habitual” entre el preso y la jueza, quienes en principio se dieron un beso en la mejilla y se sientan en el suelo detrás de un escritorio. Posteriormente se acercan “demasiado uno al otro, presumiendo que se dan un beso”.