Un subcomisario y dos oficiales de la Comisaría Vecinal 4 de la Policía de la Ciudad son los únicos policías que declararon en la causa por el encubrimiento del crimen de Lucas González, de 17 años. Los tres coincidieron en su inocencia, aunque uno de ellos el que brindó un detalle llamativo sobre el procedimiento con la víctima.

Se trata del subcomisario Ramón Chocobar (47), los oficiales Sebastián Baidón (27) y Daniel Espinoza (32), quienes negaron ante el juez Martín del Viso y el fiscal Leonel Gómez Barbella haber realizado alguna maniobra de encubrimiento o maltratado a los amigos, también de 17 años, de Lucas en el lugar donde el pasado 17 de noviembre fue registrado el ataque por el que están detenidos catorce policías.

Espinoza, chofer de la Comisaria Vecinal 4D, es quien brindó la declaración que más llamó la atención de los investigadores. Es que fue uno de los que ayudó a sacar del auto a Lucas herido de un balazo en la cabeza a pedido de una médica del SAME y que luego fue con ella y la víctima hasta el hospital Penna, donde le entregaron un plomo que cayó de entre las ropas del adolescente, aseguró.

En este sentido, contó que fue un médico le dijo que “se cayó de la cabeza del chico una bala”. Entró y vio que había un pequeño trozo de metal en el piso, por lo que tomó una servilleta de papel, hizo un sobre provisorio, agarró el pedacito de metal y lo guardó.

“Para mí era un encamisado, lo que cubre la bala (...)”, relató el agente, que le avisó a sus superiores y ellos le pidieron que custodiara ese elemento y que si no llegaba alguien de la Policía Federal (tomó la investigación al estar involucrada otra fuerza de seguridad) se lo pasara a su relevo en el puesto. Eso fue lo que hizo, aunque hasta ahora no supo más nada del sobre improvisado donde había guardado ese fragmento de bala.

Lucas González, de 17 años, fue asesinado el 17 de noviembre.

Consultado sobre qué vio en el lugar del hecho, Espinoza aseguró que "fue una movida de policías que no es común ver", y mencionó al menos 20 uniformados, incluso un comisario "con gorra", tras quienes llegaron muchos más en distintos móviles.

Espinoza pidió ser excarcelado, dijo que está pasando un "momento horrible" y aseguró que actuó "dentro de la ley".

¿Qué dijeron los otros dos policías que declararon por el crimen de Lucas González?

El subcomisario Chocobar, quien estaba en ese momento a cargo de la dependencia porque su jefe, el también detenido comisario Fabián du Santos, había ido a un acto policial, recordó que al llegar a los pocos minutos a la escena del hecho, ya había una gran cantidad de policías de distintas áreas, aunque "claramente el dominio de la escena estaba en manos de la brigada".

Sobre ellos, dijo que si bien no los conoce porque pertenecen a otra dependencia, pudo reconocerlos porque tienen "chalecos celestes" que "no son visibles" y "no tienen gorras".

"Son gente vestida de civil y no es distinguible ni es un uniforme reconocido. En la parte de atrás si surge Policía de la Ciudad”, aseguró el subcomisario.

Chocobar reconoció que además vio en la escena a una abogada de Asuntos Internos y dijo que en ningún momento vio un arma en el auto Volkswagen Suran de los adolescentes, la que fue sacada del rodado más tarde y que para los pesquisas fue "plantada" por la policía.

Antes de finalizar su indagatoria, el subcomisario, quien dijo que tiene 28 años de servicio, pidió ser excarcelado porque cree que está detenido "injustamente".

Un policía dijo que vio un trozo de metal en el piso al lado del cuerpo de Lucas.

Finalmente, el oficial Baidón, también chofer de la misma dependencia, y quien fue descripto por testigos como el policía "tatuado" que redujo a los adolescentes, negó haber esposado o tirado al piso a los amigos de Lucas, a quien solo dijo que "revisó".

Aseguró también que fueron los policías de la Brigada quienes se hicieron cargo del procedimiento y también dijo haber visto a "una mujer rubia de la brigada" cerca de los chicos detenidos en el piso.

Luego, mencionó la presencia de una abogada de Asuntos Internos que fue a "asesorar a los efectivos del enfrentamiento", y que se entrevistó con los policías vinculados a ese episodio.

Tras las indagatorias los tres policías quedaron detenidos a disposición judicial.

Además de los tres que declararon, los otros dos apresados son el oficial Darío Arévalos y el oficial Jonathan Martínez, también de la Comisaría Vecinal 4, se negaron a declarar.

Estos acusados se suman a otros seis ya procesados con prisión preventiva, los comisarios Juan Romero y Fabián Du Santos, el subcomisario Roberto Inca, el inspector Héctor Cuevas y las oficiales Micaela Fariña y Lorena Miño, por "falsedad ideológica, encubrimiento agravado, privación ilegal de la libertad agravada y vejaciones".

Por el homicidio calificado de Lucas y la tentativa de homicidio calificada de sus amigos están también procesados y bajo arresto preventivo los policías de la Ciudad Juan José Nieva, Fabián López y Gabriel Issasi.