"Mi hermana siempre decía que no quería morirse", aseguró angustiada la hermana de la comerciante asesinada de al menos 10 puñaladas delante de sus hijos en una vivienda de la localidad del barrio La Cañada, en la localidad bonaerense de Quilmes. La familiar reveló que el femicida, quien se suicidó tras el crimen, fue ese día “directamente a matarla”.

El femicidio ocurrió en la mañana de este domingo en un domicilio ubicado en Catamarca al 3900, en el barrio  La Cañada, en esa localidad de la zona sur del conurbano, donde Lía Aguirre García (32), de nacionalidad boliviana, recibió a su ex pareja Mauricio Beltrán Saravia (53), también boliviano, quien iba a ver a los hijos de ambos, de 6 y 8 años.

Él la amenazaba constantemente, a veces psicológicamente y de muerte. Mi hermana siempre decía que no quería morirse, dijo esta mañana Marina, la hermana de Lía, en declaraciones televisivas.

Explicó que su hermana estuvo en pareja entre “diez y once años” con el padre de sus hijos, pero que “hacía un año” que estaba separados porque él se había ido a vivir a “otro país”, aunque luego regresó y amenazó a la víctima con sacarle a sus hijos.

Marina también contó que, en algún momento, Lía había logrado “con abogados” obtener una orden de restricción perimetral para Beltrán Saravia pero que “como era manipulador, se hizo el bueno y los convenció de ver a los chicos de buena manera”.

Beltrán Saravia tenía un régimen de visitas con sus hijos y este domingo le tocaba pasar el día junto a ellos y los fue a buscar a la casa de su ex esposa.

“Pero vino directamente a matarla”, dijo Marina entre lágrimas, quien además confirmó que sus sobrinos de 6 y 8 años fueron testigos de todo y que, pese a que sabían que se había suicidado, los chicos decían sobre su padre: “Nos va a venir a matar a todos”.

“Esta mañana se despertaron un poquito mejor pero a cada momento empiezan a llorar y dicen ‘extraño a mi mamá, ¿por qué no esta?, ¿ha muerto?' No se lo podemos explicar, porque ellos vieron todo”, agregó la hermana de la víctima.

En el domicilio de Lía Aguirre García también funcionaba su comercio.

“No hay explicación. Estamos en shock, no sabemos bien qué pasó, como en un sueño. No sabemos dónde estamos parados. Necesitamos mucha ayuda”, afirmó la mujer, quien pidió asistencia psicológica para sus sobrinos.

El femcidio de La Cañada

Personal de la Comisaría 5° de Quilmes arribaron este domingo al domicilio de la víctima tras un llamado de un vecino que les dijo que los dos niños estaban en estado de pánico y decían que "su padre había matado a su madre".

Ante esta situación, los policías ingresaron a la casa y hallaron los cadáveres de ambas personas junto a una pistola marcha Thunder calibre .380, junto a ella, y una cuchilla con manchas hemáticas.

El caso es investigado por la fiscal Mariana Curra Samaniego, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 de Quilmes, quien ordenó el relevamiento de las cámaras de seguridad que Aguirre García tenía instaladas en la puerta del local.


De acuerdo a la reconstrucción de los investigadores, la víctima y su femicida comenzaron una discusión,  el hombre sacó un arma de fuego y gatilló varias veces hacia la mujer, aunque la pistola se trabó.

Pese a ello, Beltrán Saravia tomó una cuchilla con la que asesinó de al menos 10 puñaladas en el pecho a su ex pareja, y se infligió cuatro puntazos en la zona del corazón, por lo que se desvaneció y murió en el lugar, todo frente a sus dos hijos.

La fiscal Curra Samaniego caratuló al expediente como "femicidio seguido de suicidio" y aguardaba para las próximas horas los resultados de una serie de diligencias, entre ellas, el informe preliminar de las autopsias.