La Plata: ladrón amenazó con "volar a una nena" si no le daban la recaudación del kiosco
"Entró tranquilo porque vio que había mujeres en el lugar, pero se sacó cuando me vio venir desde la parte de atrás y empezó a revolear el arma", explicó el dueño del local. "Pidió plata grande y amenazó con pegarle un tiro" a la hija del comerciante.
La falta de "códigos" en los delincuentes es cada vez más notable en nuestra sociedad, y un ejemplo claro tuvo lugar en un kiosco de la localidad de Los Hornos, donde un malhechor, nervioso porque no le daban la plata de la caja, amenazó al dueño con "volar a la nena" de 9 años que estaba en el comercio.
El comercio ubicado en la esquina de 146 y 60 en el barrio platense de Los Hornos, tiene un cartel en el frente para que todo el que ingrese, se saque la gorrita y además tiene seis cámaras de seguridad. Sin embargo, nada de eso evitó que a plena luz del día y con el local lleno de clientes, un delincuente entrara y amenazara con matar a una nena de 9 años.
“Dale porque te vuelo a la nenita”, dijo el ladrón en la grabación tomada por una de las cámaras del lugar y es muestra lo dramático que fueron los 3 minutos que duró el asalto.
“Entró tranquilo porque vio que había mujeres en el lugar, pero se sacó cuando me vio venir a mi desde la parte de atrás y empezó a revolear el arma”, explicó el kiosquero, que agregó que “empezó a pedir la plata grande y amenazar con pegarle un tiro a la nena”.
La nena a la que hacía referencia el comerciante era la hija de 9 años de su esposa, que se convirtió en el blanco de las amenazas del asaltante. La hermana de la menor, una adolescente de 18 años, alcanzó a tirarse atrás del mostrador presa del pánico mientras todo esto ocurría.
El comerciante se interpuso entonces en la línea de fuego mientras intentaba convencer al sujeto de que no tenían más dinero que el que le habían dado. A pesar de lo traumático de la situación, lo impactó su imagen. “La cara de él era un desastre”, comentó, para después precisar: “tenía partida la nariz, partido el ojo”.
El miedo que cargaba el ambiente se advirtió en el rostro de la chica amenazada, quien se la cubre con las manos al borde del llanto mientras duda en usar el teléfono para llamar a la policía, justo después de que el que el ladrón sale corriendo y su padre atrás de él, con la intención de recuperar lo que se había llevado.
Por su parte, la madre de la nena manifestó: “Más que nada es el susto, después lo que te pueda robar no es nada, pero vivís asustado”. Todas las medidas de precaución que pueden tomar no alcanzan para resguardarlos de la inseguridad. “A ellos no les importa nada”, cerró con resignación.