La Aduana encontró cocaína en un calefón y en una máquina de humo que iban a Australia
Además, se halló el mismo estupefaciente en dos reflectores. El organismo que dirige Guillermo Michel secuestró en total 3.294 gramos de la droga en las diferentes encomiendas. Hay tres detenidos.
Un control de encomiendas internacionales realizado por la Aduana dio inicio a una investigación que terminó en la detención de tres personas por narcotráfico. El organismo que dirige Guillermo Michel detectó que organizaciones abocadas al contrabando apelan con frecuencia a la vía del courier para hacer llegar mercadería irregular a Australia, por lo cual ordenó a las empresas de ese rubro aumentar controles sobre los paquetes que van allí.
Concretamente, una encomienda dirigida al país oceánico cuyo contenido declarado era un calefón arrojó imágenes sospechosas al pasar por el escáner, por lo cual una unidad K-9 de la Aduana se hizo presente en el lugar para evaluarlo.
El can aduanero reaccionó en forma compatible con la presencia de divisas o estupefacientes y, con la debida orden judicial, se procedió a abrirlo para una inspección exhaustiva. En efecto, dentro del calefón se hallaron 1.363 gramos de cocaína.
Así, la Aduana se puso en contacto con la Policía Federal Argentina para profundizar la investigación y el juzgado actuante autorizó la escucha de dos líneas telefónicas, una de las cuales estaba declarada como número de contacto en la encomienda. El monitoreo de llamadas permitió identificar a una ciudadana de origen boliviano como responsable del envío y obtener su domicilio.
Además, se detalló que estaba planeando otra maniobra similar: una encomienda con una máquina de humo, con el mismo país de destino. El seguimiento de la persona apuntada la encontró imponiendo el envío mencionado ese mismo día y, orden judicial mediante, se procedió a abrirlo: dentro de la máquina de humo había 1.100 gramos de cocaína.
En ese marco, el juzgado actuante ordenó el allanamiento del domicilio de la ciudadana, en la localidad de Moreno, provincia de Buenos Aires. Dicho operativo resultó en su detención junto con la de un hombre -también de nacionalidad boliviana- que se encontraba con ella al momento de imponer el envío.
Luego, nuevas escuchas telefónicas ordenadas por la Justicia arrojaron la información de que la ciudadana boliviana tenía pendiente la recepción de una encomienda interna, proveniente de Misiones, dirigida al domicilio recientemente allanado.
Personal de la Aduana y agentes de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal Argentina se presentaron en la sede de la firma de logística a cargo del envío y pasaron por escáner el paquete, que, al igual que los anteriores, evidenció inconsistencias en su textura y densidad.
Un segundo control con un can de la Policía reforzó la hipótesis de que podía haber estupefacientes en la encomienda, por lo cual el juzgado ordenó abrirla. Ciertamente, en su interior había dos reflectores con 831 gramos de cocaína.
Dado que el remitente del paquete tenía domicilio en Bernardo de Irigoyen, una ciudad en Misiones ubicada en la frontera con Brasil, la justicia ordenó dar con el paradero de la persona registrada en el envío, un ciudadano argentino. Asimismo, tareas investigativas vincularon a éste con dos causas penales por contrabando de drogas. El allanamiento de su domicilio resultó en su detención, la tercera de la causa que comenzó con el envío por encomienda de un calefón.
MÁRGENES DEL 13.500% EN ENVÍO DE DROGA A AUSTRALIA
La Dirección General de Aduanas identificó que la ruta Argentina-Australia es especialmente atractiva para el narcotráfico, ya que en el país oceánico la cocaína es más cara que en cualquier otro lugar del mundo. Así, mientras que, en la Argentina, un kilogramo puede venderse en cerca de 2 mil dólares, su valor asciende a USD 270 mil al ingresar al mercado australiano (135 veces más).