Hija del jubilado que mató a un ladrón en Quilmes hace un año: "Mi papá sueña con eso y sufre pesadillas"
Jorge Ríos, de 71 años, fue atacado en su casa por dos delincuentes, quienes lo torturaron con un destornillador en su cocina para que les entregara dinero. El hombre los puso en fuga a los tiros, al igual que a los tres cómplices que aguardaban afuera, y uno de los asaltantes perdió la vida en el hecho.
Grabriela Ríos tiene 41 años y es hija mayor de Jorge, el jubilado que hace poco más de un año se defendió a los tiros de una banda de delincuentes que lo atacó en su casa de Quilmes. Dos de sus integrantes irrumpieron en la vivienda, lo sometieron a una paliza y lo torturaron con un destornillador. El hombre de 71 años, en un momento de descuido de los ladrones, tomó su pistola y los puso en fuga a los tiros. Uno de los asaltantes murió en la calle, a pocos metros del inmueble.
El hecho tuvo una amplia repercusión mediática, con imágenes que captaron cómo los familiares de los delincuentes, pocas horas después del hecho, fueron a amenazar de muerte a Ríos. Lo hicieron a los gritos y en el grupo había mujeres, dos de las cuales fueron procesadas en una causa que tramita en el Juzgado Correcional 3 de Quilmes. Permanecen prófugas.
"Papá todavía sufre pesadillas. Se sigue despertando a los gritos y llorando asustado", confía Gabriela en diálogo con www.cronica.com.ar.
La mujer le dio alojo a su padre ni bien ocurrió el hecho, por las amenazas de muerte. El jubilado hace poco tiempo que regresó a su casa, donde permanece con custodia de la Policía Bonaerense.
"Papá sigue en tratamiento psicológico y psiquiátrico, y continúa con dolores en el cuerpo, porque se tardó mucho en hacerle curaciones debido a que se demoró en identificar que tenía dos costillas fisuradas y un desgarro intercostal, producto de la paliza y la tortura con el destornillador", contó Gabriela.
La mujer destacó que el jubilado pudo regresar a su vivienda porque, además de la custodia policial, contó "con un enorme apoyo de los vecinos". Y destacó: "Tiene una bien ganada imagen de buen vecino. La gente me dice: 'Tu papá me enseñó a andar en bicicleta; me sacó de un apuro con su oficio de herrero'".
"Se formó como una familia. La gran familia, con mayúscula. Los vecinos alimentan a los agentes de la custodia. Tenemos una enorme contención de su parte", resaltó por último Gabriela.
Por su parte, el abogado Marino Alejandro Cid Aparicio, defensor de Ríos, insistió con que su cliente actuó en “legítima defensa privilegiada” el día del hecho, el 17 de julio de 2020, porque "disparó adentro de su casa".
El letrado, preguntado por www.cronica.com.ar sobre las imágenes que muestran al jubilado en la calle, casi encima del delincuente que estaba herido y había caído cuando escapaba, negó que lo haya rematado en ese lugar. "En el video se ve claramente que no hay un fogonazo de 40 centímetros, lo que hubiera originado un tiro con su pistola Bersa Thunder 9 milímetros", argumentó.
De esa manera, consideró que ese ladrón, Martín "Piolo" Moreyra (26), murió en la vía pública producto de los disparos sufridos en el interior de la casa. Además, adujo que "la autopsia demostró que los tiros" que padeció el joven "fueron de abajo hacia arriba".
Ríos, por su parte, aguarda en su vivienda que se le ponga fecha al juicio oral y público por la causa que lo tiene procesado por el delito de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego". En caso de ser condenado, recibiría una pena de entre 10 y 25 años de prisión.
El episodio investigado ocurrió entre las 4 y las 4.50 de la madrugada del 17 de julio del año pasado, cuando los ladrones irrumpieron en la vivienda del jubilado, ubicada en Ayolas al 2700, de Quilmes Oeste.
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