La Justicia ordenó este jueves la captura nacional e internacional y la intervención de Interpol para localizar al acusado del femicidio de Gloria Cristina Domínguez Zimmerman, la mujer de 29 años asesinada frente a su hijo de 5 años en un predio abandonado de la localidad bonaerense de Villa Luzuriaga.

Ordenada por la jueza de Garantías 1 de La Matanza, Mary Castillo, la medida recayó sobre Juan Leonardo Doval (41), alias Leo, quien es buscado intensamente desde este lunes, cuando quedó registrado por las cámaras de seguridad mientras caminaba junto a la víctima y su pequeño hijo poco antes del asesinato.

El fiscal Gastón Duplaá, a cargo de fiscalía especializada en Homicidios de La Matanza, fue quien requirió a la magistrada la detención del hombre y su captura nacional e internacional con intervención de Interpol por los delitos de "abuso sexual con acceso carnal, homicidio agravado por ser criminis causa y por femicidio”.

Por otro lado, realizaron dos allanamientos este miércoles en las localidades de Hurlingham y La Matanza tras la declaración de testigos que aportaron información de importancia para la causa, aunque Doval no fue hallado.

El cuerpo de la víctima fue encontrado este lunes en un predio abandonado donde funcionaba un centro terapéutico, en Villa Luzuriaga, tras el pedido de auxilio de su hijito.

La víctima Gloria Cristina Domínguez Zimmerman, de 29 años.

Según las fuentes policiales, los efectivos hallaron el cuerpo semidesnudo de una mujer que presentaba golpes en la cabeza y, aparentemente, heridas de arma blanca.

El informe preliminar de autopsia reveló luego que Domínguez Zimmerman murió producto de un fuerte golpe en la cabeza y que presentaba indicios de haber sufrido un ataque sexual, lo que deberá confirmarse con exámenes complementarios.

La clave para identificar al sospechoso fue la imagen de una cámara de seguridad en la que se observa el paso de la mujer junto a su hijo acompañados por un hombre.

Los investigadores creen que este hombre engañó a la víctima con el pretexto de venderle una panchera que ella pretendía incorporar a su kiosco.