El hallazgo en las últimas horas de un cadáver sacudió a la provincia de Mendoza, tras tomar conocimiento que este pertenecía a de Florencio Romano, la piba de 14 años que era intensamente buscada desde el sábado. 

Un hombre, quien en un principio se presentó ante los efectivos como testigo, terminó confesando tras quebrarse. El sujeto trasladó el cuerpo de la adolescente hasta el lugar por pedido de Pablo Ramón Arancibia, quien se encuentra imputado por el femicidio de la joven junto a su pareja, Micaela Estefanía Méndez (27)

Más allá de que aún resta la confirmación genética, los detectives están convencidos de que se trata de la joven ya que el dato fue aportado por un sujeto que aseguró haber llevado al acusado hasta calle Alsina, de Luzuriaga, donde ocultó los restos.

En compañía de sus abogados, el individuo se presentó en la Fiscalía de Homicidios y relató que el sábado Arancibia le pidió deshacerse de un perro muerto. El hallazgo se produjo minutos después de que los sospechosos fueron imputados por la fiscal de Homicidios Claudia Ríos como coautores del femicidio de la muchacha.

Personal de Homicidios y de la Escuela Canina de Adiestramiento Mendoza (Escam) se dirigieron hasta la zona tras recibir la información por parte del testigo. 

Pero cuando se dispusieron a iniciar con el nuevo rastrillaje, a los pocos metros, en las cercanías del Frigorífico San Javier donde se encontró el cuerpo.

Ante eso, los pesquisas se desplazaron hasta ese lugar y constataron que se trataba de un cadáver envuelto en una sábana. Testigos describieron que el cuerpo presentaba lesiones. El mismo había sido encontrado por el empleado del frigorífico, cuando intentó cerrar una compuerta.