Susana Cáceres (42) fue encontrada asesinada en noviembre último junto al río Reconquista en el partido bonaerense de Ituzaingó tras haber permanecido desaparecida diez días, cuando salió de su casa de la localidad de Villa Trujui, en Moreno. La autopsia determinó que la víctima fue asfixiada, apuñalada y golpeada en varias partes del cuerpo. Además, tenía signos de haber sufrido un abuso sexual. 

Por el femicidio fue detenido el changarín Joel Ramiro Sosa (23) después de que la fiscal del caso, Luisa Pontecorvo, difundió imágenes de cámaras de seguridad en las que se lo veía junto a la víctima la tarde de su desaparición.

En las últimas horas, la abogada defensora Silvina Fernández Rosarno anticipó que su cliente contará en su declaración indagatoria del miércoles próximo detalles de la persona que pudo ser la última en ver con vida a la mujer.

La letrada reveló que Sosa le contó que él, Cáceres y "un hombre de pelo largo y canoso" estuvieron "tomando cerveza" y, en un momento determinado, el joven de 23 años se volvió a su casa para dejar a ese individuo con Susana.

"El 8 de noviembre de 2022, Joel se iba con la bicicleta y Cáceres se le acercó para compartir una cerveza. Luego, ella le pide una cerveza adicional y empiezan a caminar juntos, que es cuando se los ve en el video. Luego, él le dijo que no iba a seguir tomando, pero como ella quería seguirla, le pidió que le comprara otra cerveza", relató la abogada en declaraciones a radio XLFM.

Agregó que Sosa y Cáceres acordaron que "ella le entregaba su visera a él a cambio de 500 pesos, y es cuando se lo ve con ese elemento en la cabeza".

Nuevo pedido de la defensa

Fernández Rosarno afirmó que "ya se pidieron las cámaras de la zona, porque si había una cámara que tomó a Joel andando en bicicleta también tiene que haber una cerca de ahí".

"De hecho, hay un domo de la Policía. Fuimos al lugar a tomar pruebas fílmicas y fotográficas. Y se aportó todo a la Fiscalía, que está actuando con mucha celeridad", puntualizó la abogada.

La letrada, sobre la descripción del hombre apuntado, manifestó que "se desconoce quién puede ser esa persona" y que Sosa "no puede aportar más señales particulares que la edad aproximada y el pelo, porque siempre estuvo sentado".

"Tiene que haber una cámara que lo detecte. Por lo que Joel pudo deducir, había un conocimiento previo entre Susana y este hombre, y había un apodo con el que la mujer lo llamaba, pero mi cliente no recuerda", finalizó la abogada.

El caso es investigado por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 del Departamento Judicial de Moreno-General Rodríguez.