El cadáver de Ivana Módica, fue encontrado en unos pajonales a la vera del Camino del Cuadrado, en la ciudad de La Falda, provincia de Córdoba. Una semana después, quien era su pareja, Javier Galván, ex vicecomodoro de la Fuerza Aérea, confesó el femicidio que cometió por estrangulamiento. Un año y nueve meses después del crimen, precisamente este jueves, el asesino fue condenado a cadena perpetua.

La Cámara del Crimen de Cruz del Eje y los jurados populares, entendieron que además del homicidio cometido en febrero de 2021, había un contexto de violencia de género. De manera, que el femicida deberá permanecer 35 años con prisión efectiva por el cargo de homicidio calificado por el vínculo y por mediar violencia de género (femicidio). Éste último agravante es que el que la defensa del expiloto pretendía poner en cuestionamiento.

El acusado pidió disculpas a la familia. Y un hermano de Ivana le dijo: “Tuviste la posibilidad de soltar a tiempo y no lo hiciste”.

Ivana Módica, la joven que fue asesinada. 

En ese contexto, tomó la palabra la hija de la víctima, Nicole Módica, quien sostuvo que "no sólo hablaba por su mamá sino por todas las mujeres que murieron a causa de violencia de género, para que esto no pase nunca más".

La madre de Módica no estuvo en el juicio por recomendación médica, pero le hizo llegar una carta a Galván.

El juicio se llevó a cabo durante dos audiencias con jurados populares en la Cámara del Crimen de Cruz del Eje. El vicecomodoro de la Fuerza Aérea llegó esposado. En la última audiencia se escucharon los alegatos de la fiscalía, de la querella (que habían solicitado la perpetua) y de la defensa, que solicitó se le aplique la figura de homicidio preterintencional. Tras escuchar el veredicto, volvieron a colocarle las esposas a Galván y regresó al penal de Bouwer.

Quién es Javier Galván, el femicida de Ivana Módica

La fiscal de Cámara, que también fue la fiscal de instrucción, Paula Kelm, mostró en su alegato toda la prueba recabada que daba cuenta del crimen, más allá de la confesión de Galván.

Hizo hincapié también en las pruebas que demostraron el contexto de violencia de género: “Hice un análisis específico de todos los testimonios de los testigos. Ivana no era una persona libre para salir de esa relación. Galván tenía el control de la relación, la manipulaba (a través de promesas, regalos, proyección de cosas juntos) cada vez que ella quería alejarse”, indicó Kelm, según consignó el medio local La Voz.

En el juicio, según indicó Kelm, quedó demostrado que Módica, que era comunicadora social y trabajaba como administrativa en la Fuerza Aérea, "estaba enamorada y soñaba una vida en conjunto con Galván, pero estaba sumida en un círculo de la violencia a través de la manipulación psicológica y económica".

Por su parte, José D’Antona, el abogado querellante de la familia de Módica, remarcó las mentiras e inconsistencias del acusado. “Esas mentiras tuvieron lugar en la pareja, luego ante la Policía y la justicia cuando mintió sobre su paradero en los ocho días que fue buscada y luego en las inconsistencias de su relato”, dijo el abogado.

Luego remarcó las asimetrías de poder entre Módica y Galván, en lo económico y en lo profesional. “Dado el perfil psicológico de Galván, del que da cuenta el informe interdisciplinario, es importante que en una institución de una fuerza de seguridad, como es la Fuerza Aérea, los aptos psicológicos se realicen por institucionales externos a la organización”, agregó D’Antona.

Según el informe del gabinete interdisciplinario (psicólogos y psiquiatras), el expiloto es una persona egocéntrica, narcisista, manipuladora, calculadora, que "buscaba la satisfacción de sus propios intereses". De acuerdo al documento, "él no estaba involucrado emocional ni sentimentalmente con Módica".

Asimismo, el informe establece que Galván no se relaciona ni con amigos ni con nadie por una motivación emocional. Tampoco entabla relaciones desde el amor porque carece de la capacidad de empatía.

Por ello la fiscal remarcó que en aquel febrero de 2021 cuando él confiesa no lo hace por arrepentimiento, ni por piedad para con la familia, la justicia o la sociedad entera que buscaba a la mujer. “Lo hizo porque se vio acorralado, porque sabía que el rastrillaje estaba por comenzar en el Camino al Cuadrado adonde él había arrojado el cuerpo. Se quebró cuando iba camino al penal”, recordó la fiscal.

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