Juan Calvente, hincha de  Independiente, fue asesinado de un balazo en el pecho, en medio de los violentos episodios que ocurrieron en la Autopista Buenos Aires-La Plata y en el predio del club en la zona de Wilde, entre un sector de la barra del "Rojo" y un grupo piquetero que acompañaba un reclamo social.

Calvente, quien había cumplido 36 años apenas unos días atrás y estaba en uno de los micros que trasladaba hinchas al estadio, llegó sin signos vitales al Hospital de Wilde. Otros dos individuos, también simpatizantes del club de Avellaneda, continuaban internados este domingo en ese centro asistencial.

Juan Calvente junto a sus hijos en el estadio de Independiente (Instagram).

El hombre fallecido es la víctima fatal de una verdadera película de terror, ocurrida pasadas las 18.00, cuando todavía faltaban cerca de tres horas para el comienzo del encuentro que Independiente y San Lorenzo en el estadio Uno de La Plata.

A la altura del kilómetro 14, donde confluyen las barriadas de Villa Domínico y Wilde, un grupo de manifestantes cortaba la Autopista para reclamar por la falta de luz en las zonas aledañas. 

Ese corte incidía y dificultaba a la caravana de automóviles (y hasta con los ómnibus que trasladaban a ambos planteles) que pretendían trasladarse hasta el estadio de Estudiantes, escenario del partido.

A raíz de esta situación, los manifestantes fueron corridos por un núcleo de la hinchada de Independiente, generándose un enfrentamiento, en el que se revolearon “piedras, palos, botellas y demás elementos contundentes”, de la que participaron alrededor de 200 personas.

Acto seguido arribó al lugar un cuerpo de la Guardia de Infantería que lanzaron balas de goma para dispersar a quienes protestaban que ya habían liberado los carriles de la autovía camino a La Plata. 

Sin embargo, buena parte de los manifestantes se desplazaron desde la Autopista hacia el predio que el club de Avellaneda posee en la localidad de Wilde, sobre calle Las Flores, con el propósito de generar más disturbios.

En medio de esos disturbios, Calvente fue baleado y asesinado. Tenía dos hijos varones y se había recibido de cocinero en diciembre de 2018. Así, trabajaba en un reconocido restaurante de Buenos Aires y tenía su propio emprendimiento de producción y venta de churros.

Fanático total del Rojo, el hombre compartía en sus redes sociales todo sobre su amado club, al que solía vivistar en el estadio y hasta llevarlo en el termo y el mate. Y cada 25 de enero se acordaba de su ídolo, Ricardo Bochini, a quien saludaba con un posteo.

Juan Calvente era habitué del estadio de Avellaneda (Instagram).

“No caemos. No encontramos palabras para sanar un poco este dolor. No entendemos porque la vida es tan injusta. Existe un lazo más fuerte, que excede la línea de la vida y de la muerte que siempre nos unió a mis hermanos y a mi mamá que nunca se va a terminar. Nos dejas un vacío en el corazón imposible de tapar. Te amamos hasta el fin de nuestros días”, escribió con profundo dolor la hermana de Calvente en Facebook.