Antes del finalizar la 16° audiencia del juicio en el Tribunal de Santa Rosa, La Pampa, por la violación y asesinato de Lucio Dupuy, de sólo 5 años de edad, Magdalena Espósito, la madre del chico y una de las dos acusadas junto a su novia, pidió declarar ante los jueces. 

Espósito comenzó su testimonio contando lo que había hecho el día en que Lucio fue asesinado. Aseguró que Lucio era un “chico feliz” y tenía una “vida normal”. Sin embargo, no dio explicaciones sobre las heridas de larga data que reveló la autopsia: estaba mordido, le habían quemado cigarrillos, lo habían golpeado y lo abusaron sexualmente. Aseguran que no demostró alguna clase de arrepentimiento.

"Yo sólo quiero aclara que teníamos una vida normal. Lucio era un nene feliz y estaba contento de estar conmigo. Él quería estar conmigo porque ya había pasado un tiempo lejos mío y él me decía que quería estar conmigo”, dijo en su declaración completa a la que pudo acceder el sitio de Infobae.

En la última audiencia del proceso, la mujer utilizó sus últimas palabras para asumir su responsabilidad en no haber “cumplido” con su “rol de madre”, aunque no habló específicamente de la tortura que recibió Lucio ni especificó a qué roles se refería.

Sin embargo, culpó al padre del niño por haber estado, según lo considerado por ella, ausente en la vida del pequeño: “La responsabilidad era de los dos. Tanto mía como madre y el cómo padre. Porque no lo hice sola a Lucio. Lo hicimos entre los dos. Él se desentendió siempre. Lo único que hizo fue pasar en algún momento la pensión alimentaria, pero a mí me pareció siempre importante que el estuviera presente”.

El veredicto será leído el jueves 2 de febrero. En los alegatos finales, las defensas de las dos acusadas solicitaron las respectivas absoluciones. La fiscalía, por otro lado, pidió que sean condenadas a prisión perpetua por los delitos de homicidio agravado y abuso sexual. La querella, llevada adelante por el doctor Mario Aguerrido, adhirió a la postura fiscal pero sumo el agravante de odio de género.