Una mujer fue abusada sexualmente en su casa por el policía que debía cuidarla de un hombre que la amenaza de muerte en un barrio de ciudad de Salta.

Según denunció la víctima, el abuso ocurrió durante la madrugada del miércoles, cuando el cabo Rubén Martínez se metió en su cama sin ropa, puso su arma reglamentaria sobre la cabecera y empezó a manosearla.

Ella no pudo reaccionar por miedo. Tampoco llamar al 911 porque no tiene teléfono celular.

“Vino un señor a las 22.30 a cuidarme. A las 23.30 me pidió permiso para retirarse. Estaba con mi hermana jugando naipes. Ella se va a la 1.30 y a las 2 me acuesto. Antes, le di lugar al policía para que se quede en el comedor y le puse la tele para que no se duerma, porque supuestamente me estaba cuidando”, le contó la mujer al diario El Tribuno.

“A las 3.15 viene este policía y me dice: ‘Correte para la pared’. Me pregunta la hora y me dice: ‘Yo me voy a acostar en la orilla’. Le dije que no podía hacer eso, que me tenía que cuidar. Cuando se acostó ya no tenía ropa, estaba con un boxer. Me empuja contra la pared, me abraza, me toca los pechos, quería sacarme la remera, le dije que no... Le digo: ¿Por qué hace esto? Y me respondió: ‘Me tenté...’”.

De acuerdo al relato, un suboficial de la misma comisaría pasó por la vivienda ubicada en el barrio Villa Floresta alrededor de las 4.30 para revisar que Martínez estuviera cumpliendo con su tarea asignada. Sin embargo, al observar que no había nadie afuera de la casa pero sí estaba el vehículo de Martínez, se bajó del patrullero para ver qué sucedía.

“Luego que termina sus suciedades vino un patrullero, le hace juegos de luces, luego suena la sirena y salta de la cama, se va a la cocina a cambiarse. En ese momento tenía el arma al lado de mi cabeza. Cuando voy a abrir la puerta me dice: ‘¿Qué hacés? Vení, no salgas’. Igual me fui, hablé con el hombre que se bajó del patrullero y le pedí que me cambie el personal, porque este hombre me había abusado”, recordó.

Según su relato, Martínez “salió y se terminó de cambiar afuera, incluso se ataba las botas delante del suboficial”, quien retuvo al acusado y llamó a la subcomisaría Autódromo- para denunciar el caso ante las autoridades.

“Vino la jefa y seguramente le pidió el arma y me invitaron a radicar la denuncia”, contó la víctima. Martínez, por su parte, se encuentra detenido y suspendido en sus funciones.

La mujer dijo que no sabe cómo va a vivir ahora: “Tengo una denuncia por amenazas de muerte y ahora este problema, porque al custodio sé que lo echaron y está detenido. Hoy temo más que nunca por mi seguridad, es muy lamentable”.

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