La cara de Loan se multiplica en las pantallas de todo el país. Su presencia desde hace casi un mes, solo se refleja en el eco de las televisiones de millones de casas que consumen horas de análisis y conjeturas sobre qué pasó con el niño correntino de 5 años. A ciencia cierta, lo concreto es que Loan falta de su casa en 9 de Julio, Corrientes. Las hipótesis se multiplicaron desde el mismo día de ese almuerzo en el que conocimos que existía un naranjal y un grupo de adultos que en principio, solo habían descuidado al menor. Más de 20 días después, con la detención de su tía Laudelina bajo la carátula de  "captación de personas con fines de explotación agravada"  el fantasma de la trata se instaló por completo. 

El caso movió los cimientos de la política atravesada por este caso y llevó a avanzar en un debate que no debería existir a esta altura: penar la compra y venta de niños. Gustavo Vera, ex Director del Comité Ejecutivo para a Lucha contra la trata y explotación de personas, fue uno de los exponentes en la Comisión de Legislación Penal de Familia, Niñez y Juventudes. "Nosotros rescatamos 5200 personas con políticas públicas y reconocimientos internacionales por el esfuerzo en la lucha contra la trata. Sin embargo teníamos deudas pendientes como el apercibimiento desde el 2012 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por no tipificar el delito de compra y venta de niños. 60 proyectos durmieron en el senado en ese lapso", denunció. "La compraventa de niños, la cosificación de los niños es esclavitud", sentenció Vera aunque el proyecto de Ley de la senadora Carolina Losada le baja el precio al delito ya que lo ubica en un inciso del artículo 139 del Código penal calificándolo solamente como un delito de supresión de identidad. Y no de trata, como dice el 145. 

"El Senado votó "en general" el dictamen que tiene como base el proyecto de Losada, pero no se pusieron de acuerdo "en lo particular" y el proyecto volvió a la Comisión de Justicia para ajustar lo técnico jurídico. Son pocos serios", dispara Gustavo Moreno, especialista en Familia y Defensor de Menores. Sobre el proyecto apunta que "lo sacan a las apuradas y con cierta ignorancia". "No hablan de trata, y poco más piden una factura por la transacción del menor para demostrar que la hubo. Tampoco se penaliza la oferta. Y la pena es baja, de 4 a 10 años cuando en trata, cuando hay menores de por medio, se habla de 10 a 15 años", agrega.

Por otro lado,  aborda la temática de manera integral y no soslaya la situación de vulnerabilidad de las mujeres que terminan entregando a sus hijos. "Se habla de que un chico vale varios miles de dólares, pero eso no se lo queda la progenitora. Se lo quedan los intermediarios: médicos, parteras, jueces, abogados...más allá de la vulneración de los chicos, está la situación vulnerable de las madres que suelen ser muy humildes y pobres. Ellas no se llevan el dinero". Y agrega: "La compra venta tiene relación directa con el número negro de adopción. Y es que los más buscados para adoptar, en un 80%, son niños de 0 a 4 años".

Moreno apenas desliza así un entramado de complicidades que apuntan al negocio complejo de captar menores para comercializarlos  dentro del país o sacarlos por la caliente Triple Frontera. La cantidad de pasos fronterizos y la dificultad de controlarlas, sumado al constante movimiento de personas, propician los delitos de contrabando de droga, artículos varios y, por supuesto, personas.  Según la PROTEX, Procuraduría de Trata y Explotación de Personas, en 2023 hubo 1804 denuncias de venta de bebes y niños: en los primeros tres puestos están la explotación sexual (798), explotación laboral (429) y oferta laboral engaños (154).

En tu búsqueda, Sofi

María Elena Delgado vive en carne propia lo que significa que falte un hijo en casa. Su hija Sofía Herrera fue arrebatada de su lado en lo que debía ser un día de asado y naturaleza en un camping de Tierra de Fuego. Pero se convirtió en una pesadilla. ¿Cómo se vive sin saber cómo ni dónde está tu hija? 15 años después su estado de Whatsapp es una respuesta: En tu búsqueda, Sofi. "Vivo viendo fotos de chiquitas, vivo viendo historias que me manda la gente, algunas fotos que me envían que se parecen a ella. La gente colabora. Vivo siempre generando algo pensando qué hacer para encontrarla, pero desde la justicia mucha investigación no hay. La justicia es reactiva: cuando aparece algún dato, investiga, pero nada más". Un ejemplo de eso fue que en Corrientes apareció una adolescente parecida a su hija, y ella pidió que la Justicia investigue: "Se viralizó mucho, cualquiera escribe cualquier estupidez ahí la gente saca a relucir su maldad. Vi fotos de ella de beba, y no coincide además ella tiene 14 y mi hija 19".

"Sobre lo que pasó con Sofi, tenemos hipótesis pero no sabemos qué pudo ser, pero en el caso de Loan están igual. En 15 años no se aprendió nada no tienen gente capacitada, no están preparados para buscar gente", dispara. No tener a Sofía no parece haber servido de mucho, más allá de que una Ley lleve el nombre de su niña. "Siempre tiene que pasar algo para que saquen una ley. Cuando desaparece un chico no hay política del estado que ayude a las familias. Quedan desamparados hay un abandono total. Quedas con un daño moral y devastado sin tu hijo, y del estado no hay ni un panfleto con la cara de tu hijo para que repartas o algo que diga que se siga buscándolos", analiza con entereza, pero con la cruda experiencia propia a cuestas.

El fuerte testimonio de Lorena

Lorena Rivero gestó un embarazo gemelar que se da en pocos casos. Todo iba bien, incluso en el monitoreo del día del parto cuando las bebas se encontraban en buen estado. Sin embargo, tras la cesárea, solo le mostraron a una beba. "A la otra me dijeron que no me la iban a mostrar para que no tenga un feo recuerdo", cuenta siete años después. "Mi beba estuvo un mes en incubadora. Un día viene la pediatra y me dice que le va a hacer fondo de ojo como a la otra, como si su hermana estuviera con vida". "Primero me dijeron que había muerto por maceración (cambios que se producen en el feto que fallece antes del parto). Después que se había asfixiado con el cordón, pero lo cierto es que no me dieron certificado, ni me dieron el cuerpo", agrega Lorena. Recién cuando realizó la denuncia en fiscalía "hicieron la autopsia pero dijeron que era sexo masculino el cuerpo porque así decía el certificado. Allanaron la clínica y ya no estaba el cordón. Sacaron muestras pero no se pudo sacar ADN . Ahora quiero exhumar el cuerpo".

Lorena cree que a su hija " la vendieron los mismos médicos". "Es muy doloroso vivir así. Yo me fijo en las nenas a ver si puede ser ella. Es importante que la fiscalía haga algo para que no me cierren la causa". Lorena y su hija son protagonistas del documental “Mi Origen“ realizado por Wukong Films y Aralma, asociación civil y cuyo estreno será en septiembre de este año. El 4 abril está asociación civil cumplió 21 años trabajando contra las violencias hacia las niñas, niños y adolescentes. Para más información escribir a [email protected] o contactarse a Instagram: @somosaralma.

Por M.B.