Dos integrantes de la Policía de la Provincia de Buenos Aires murieron baleados, en distintos sucesos que se registraron el lunes, en menos de 24 horas, en el sur y en el oeste del conurbano bonaerense. Las autoridades de la Justicia se encargan de investigar ambos casos, ya que se cree que los individuos se habrían suicidado.

Voceros judiciales revelaron a cronica.com.ar que la primera de las víctimas fue identificada como Facundo Nahuel Olivera. Según manifestaron los informantes, el hecho se produjo en un departamento situado en el tercer piso de un edificio, ubicado en un complejo de monoblocks existente en el cruce de Posadas y Comandante Lucena, en el sur del conurbano.

Olivera, que se desempeñaba en el área de Investigaciones, fue encontrado herido en el lugar por su hermano, quien por dicha razón lo trasladó al Hospital Interzonal General de Agudos Doctor Pedro Fiorito, aunque el paciente luego perdió la vida. Intervino en esta causa penal la doctora María Alejandra Olmos Coronel, fiscal de la Unidad Funcional N° 1 de la jurisdicción, quien de manera inmediata resolvió encomendarles las pesquisas a la comisaría 7ª de dicha zona y a los peritos de la Policía Científica la realización de diversas diligencias. 

En la operación de autopsia, se logró determinar que la víctima presentaba una herida de arma de fuego en la región del cuello, la cual se habría efectuado, a muy corta distancia, mediante un disparo con su pistola Bersa Thunder Pro nueve milímetros.

Hasta el momento y basándose en diferentes pruebas que se aportaron al expediente, la fiscal Olmos Coronel opina que Olivera decidió suicidarse.

El otro hecho

Por su parte el sargento Federico Tévez y con una antigüedad de cinco años en la institución, apareció fallecido, con un impacto de bala en la cabeza, en un sillón y en el interior de un departamento, instalado en la esquina de Vucetich y Warnes, en el oeste del Gran Buenos Aires. 

Al revisar la vivienda, los servidores públicos de la seccional 8ª del distrito observaron una frase en la pared, que habría sido escrita por el suboficial escasos minutos antes de su muerte. El sumario abierto por el episodio permanece a cargo de la doctora Luisa Pontecorvo, fiscal correspondiente a la Unidad Funcional N° 3, de la zona.

Por F.V.