Una mujer de 41 años fue detenida este miércoles tras un operativo realizado por el personal de la División Trata de Personas en un paraje del interior de Loreto, en Santiago del Estero, tras comprobarse que obligaba a sus hijas de 13 y 18 años a pr1ostituirse con sus exparejas a cambio de dinero.

Según el medio local El Liberal, minutos después de las 8 y con orden del Dr. Darío Alarcón, juez de Control y Garantías, los efectivos arribaron a una casa ubicada a la vera de la Ruta 9, en el barrio Canalito Norte, y a otra en el paraje La Bajada. Durante los operativos, los uniformados lograron detener a una mujer que recibía asistencia económica por parte de sus dos exparejas, a cambio de que éstos mantuvieran relaciones sexuales con sus hijas menores; una adolescente de 13 y otra de 18.

La minuciosa investigación que le puso fin a la situación de vulnerabilidad de tres hermanas de 13, 15 y 18 años, dos de las cuales están casadas con sus atacantes y tienen hijos en común con ellos.

La causa comenzó cuando docentes de las víctimas y vecinos de la zona informaron a la policía las aberraciones que sufrían las hermanas, quienes por orden de su madre mantenían una relación amorosa con su expareja, cuando ella finalizaba el vínculo.

Se supo que a su hija mayor, quien actualmente tiene 18 años, fue obligada desde los 16 años a mantener relaciones sexuales con quien ahora es su esposo, con quien tiene dos hijos: una de dos años y medio y un bebé de seis meses.

Los investigadores determinaron que su madre había autorizado que la menor, cuando tenía 17 años, se casara legalmente con el sujeto de 45 años. Las fuentes revelaron que la acusada cortó el vínculo sentimental con quien ahora es su yerno, poco antes de que éste comenzara con los abusos en perjuicio de la adolescente.

La hija de 13 años tuvo un bebé con uno de los violadores

En tanto, durante la investigación se estableció que la menor de 13 años mantenía una relación con un hombre de 41 años, también expareja de su madre, con quien tiene un bebé recién nacido.

Según se desprende de la investigación realizada por personal de Trata, bajo la atenta mirada de la Unidad de Delitos Contra la Integridad Sexual, la acusada obligaba a sus yernos a mantener la casa, donde todos residían juntos.

Además se supo que la acusada -de 45 años- aprovechaba cuando sus yernos salían a trabajar para “entregar” a las menores a otros sujetos de la zona. Del operativo también participó personal de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), que arbitró los medios necesarios para dar cumplimiento a la medida excepcional de Protección de Derechos, Artículo 38 de la Ley Nº 6915.

Por ellos, tanto las adolescentes como sus respectivos hijos fueron alojados de manera transitoria en el Hogar de Adolescentes Mujeres.

Una vez detenida, la madre “entregadora” de apellido Villa fue trasladada a la dependencia policial pertinente, donde quedó alojada, detenida. Igual suerte corrió su yerno, pareja de la niña de 13 años, quien fue apresado cuando se encontraba en la calle.

Por orden de la Justicia también se secuestraron los teléfonos celulares de ambos imputados, que serán peritados por expertos. Además, la menor podría ser escuchada en Cámara Gesell en los próximos días.

Tras los operativos, las próximas medidas de la fiscalía será la indagatoria de ambos imputados, quienes están acusados de abuso sexual agravado por perjuicio en la salud. Además continuarán con la investigación y no se descartan nuevos operativos.

Si bien la acusada y las menores vivían junto a sus agresores y no desconocían sus respectivas paternidad sobre los niños, se supo que las representante del Ministerio Público Fiscal a cargo de la causa, Dra. Érika Leguizamón y Jésica Lucas, solicitarán que se le extraiga muestras de sangre al detenido, para cotejarla con el hijo de la niña de 13 años.

El resultado de las pericias será clave para la causa. Además, las fuentes explicaron que el sujeto de 45 años, la "pareja" de la adolescente de 18 años, ya había sido detenido por abuso en perjuicio de ésta, pero quedó en libertad cuando ella en Cámara Gesell dijo que las relaciones eran consentidas.

En ese momento, la menor tenía 16 años y un hijo del acusado, por lo que su madre la había obligado a decir que era una pareja.