¿Cuáles son las hipótesis de los investigadores de la Justicia en el doble crimen de la granja?
Los funcionarios manejan diversas teorías, con respecto a los asesinatos del casero y de uno de sus hijos, consumados por los integrantes de una organización de marginales que escaparon, tras apoderarse de 300.000 pesos y de otros objetos de valor.
Las autoridades de la Justicia investigan varias hipótesis en el episodio de los asesinatos a balazos del casero de una granja de pollos y de gallinas, y de uno de sus hijos, los cuales sucedieron el lunes, debido a un robo en el predio, en el norte de la Provincia de Buenos Aires. En tanto, los efectivos policiales buscan al menos a dos prófugos y no se descarta que uno de ellos haya sufrido heridas durante el tiroteo que mantuvieron para consumar el asalto.
Voceros judiciales revelaron a cronica.com.ar que se cree que de los homicidios de Teodoro Miguel Martínez, de 59 años, y de su hijo Juan Antonio Martínez, de 29, fueron consumados por tres asaltantes, desconociéndose todavía de qué forma los sujetos llegaron y escaparon del terreno.
De acuerdo a lo manifestado por los informantes, hasta el momento permanece apresado por el caso un ex empleado del establecimiento, de 22 años y conocido como Nico, a quien se capturó al localizarlo en una finca, situada en el cruce de 20 y 27, en la localidad de Lima, en una requisa que desarrollaron los servidores públicos de la Dirección Departamental de Investigaciones (D.D.I.) de esa jurisdicción. Trascendió que el sujeto participó directamente en el robo, aunque además se asegura que fue “entregador” de las víctimas. Mientras tanto, al ser indagado este martes por el doctor Alberto Gutierres, fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción N° 7, este arrestado decidió negarse a declarar.
Basándose en diferentes testimonios, se asegura que los ladrones se apoderaron de apróximadamente 300.000 pesos y que luego la suma robada habría sido dividida en tres partes, ya que se recuperaron 85.000 pesos. Con respecto al resto de los malvivientes, se sospecha que habría dos individuos prófugos, estimándose que uno de ellos habría resultado herido al tirotearse con el casero, quien pretendió defenderse mediante una carabina 22 largo (que también fue robada por los asaltantes).
A su vez se cree que los otros integrantes de esa banda de ladrones no serían habitantes de Lima. En un comienzo se estimó que estos delincuentes habían arribado a la granja a bordo de una camioneta Ford Ranger blanca, aunque esa teoría quedó descartada por completo al certificarse que la misma pertenecía a un trabajador de la Central Nuclear de Atucha, que se desplazaba por un camino de tierra para dirigirse a la mencionada planta.
Peritos de la delegación local de la Policía Científica revisaron los cadáveres y entonces lograron determinar que Teodoro había perdido la vida al recibir disparos tanto en el hemitórax izquierdo como en el rostro, mientras que el muchacho presentaba heridas de bala en el estómago. En el lugar del episodio, se incautaron vainas de la carabina 22 y también de pistolas nueve milímetros (utilizadas por los ladrones).
Así fue el doble asesinato
El hecho, tal lo publicado, se produjo en horas de la madrugada del lunes, cuando los malvivientes entraron armados a la granja ubicada en el cruce del Camino a Atucha y El Quemado, en Lima, oportunidad en la que primero redujeron a Juan Antonio, que residía en una de las tres viviendas del terreno y a quien de inmediato utilizaron como “escudo humano” para dirigirse después a la casa de uno de sus hermanos y finalmente al domicilio habitado por sus progenitores, donde se generó el mortal enfrentamiento a disparos.
Gutierres, en tanto, dispuso que se efectúen los análisis de líneas telefónicas, en base a las antenas de los teléfonos celulares que abrieron en la zona en la que aconteció el asalto.
Por F.V.