Crimen de Lucrecia Arias, la mujer asesinada delante de su hija para robarle el auto: cayó segundo sospechoso cuando salió a bailar
El detenido fue identificado como Rodrigo Leandro Costa Monzón, un joven de 19 años que fue detenido en la madrugada del lunes a la salida del boliche Pinar de Rocha. Será indagado en las próximas horas.
A poco más de dos meses del crimen de Lucrecia Arias, la mujer de 51 años que fue asesinada de un tiro en la cabeza delante de su hija en medio del robo de su auto, detuvieron a un segundo sospechoso en la causa cuando salía de bailar de un boliche. Será indagado en las próximas horas.
El detenido fue identificado como Rodrigo Leandro Costa Monzón, un joven de 19 años que fue arrestado en la madrugada del lunes a la salida del boliche Pinar de Rocha, a donde había ido a bailar. El mismo será indagado en las próximas horas por Matías Rappazzo, el fiscal que lleva adelante la investigación por el crimen de Arias.
Al sospechoso le secuestraron su teléfono celular IPhone 14 mediante el cual le estaban siguiendo sus pasos.
En el marco de la pesquisa que llevó adelante personal de la DDI de Morón, para atrapar a los autores del homicidio de Arias, las cámaras de seguridad y el entrecruzamiento de antenas de telefonía celular fueron claves para hacerle un seguimiento al presunto delincuente hasta que finalmente pudieron dar con él. En las tareas investigativas usaron hasta un dron aportado por la Policía Federal.
“El imputado estaba viviendo en diversos domicilios para evitar ser ubicado. Incluso había previstos varios allanamientos en curso para concretarse, pero la pista de su celular fue clave para poder encontrarlo”, detalló una fuente cercana a la investigación, según consignó el Primer Plano Online.
No obstante, el pasado 7 de marzo el juez de Garantías Marcelo Manso firmó la prisión preventiva para Nahuel Hernán Palacios, el primer sospechoso detenido en la misma causa.
Costa Monzón y Palacios enfrentan idénticos cargos: robo agravado por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada en grado de tentativa y robo agravado por el uso de arma de fuego, portación ilegal de arma de guerra y homicidio criminis causae cometido por el uso de arma de fuego, todos en concurso real entre sí.
El crimen de Lucrecia ocurrió durante la madrugada del 2 de febrero pasado en el cruce de las calles San Nicolás y Salcedo, en la zona oeste del conurbano bonaerense, cuando la mujer llegaba a su casa a bordo de su camioneta Suran, junto a su hija de 17 años, luego de trabajar. En ese momento, fue abordada por cuatro delincuentes armados en un auto negro, que quisieron robarle.
La víctima era empleada de Arcos Dorados, la empresa gastronómica propietaria de una famosa cadena de comidas rápidas. Con 34 años de dedicación.
Según las primeras informaciones, la víctima habría tardado en quitarse el cinturón de seguridad, y por este motivo los delincuentes le dispararon sin mediar palabra directo al pecho. La víctima murió en el acto. Mientras que los ladrones se dieron a la fuga.