Crimen de Lucio Dupuy: las pruebas por las que las acusadas podrían recibir prisión perpetua
La sentencia se dará a conocer el próximo 2 de febrero. Están imputadas por el homicidio que tuvo lugar el 26 de noviembre de 2021 Magdalena Espósito, la mamá de la criatura de 5 años, y Abigail Páez, pareja de la primera implicada.
El próximo 2 de febrero, en los Tribunales de Santa Rosa, las acusadas por el crimen de Lucio Dupuy, el niño de cinco años asesinado en La Pampa, su progenitora, Magdalena Espósito, y la novia, Abigail Páez, recibirán la sentencia de parte de los jueces Alejandra Ongaro, Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora quienes darán a conocer el veredicto, en el que podrían tener la prisión perpetua. Es que las pruebas en su contra exhibidas a lo largo del debate oral, no dejan lugar a dudas de las torturas de la que fue víctima el menor.
La autopsia realizada por el médico forense Juan Carlos Toulouse, quien declaró como testido en la cuarta audiencia del debate oral, es una de las pruebas claves que contemplará el tribunal. Toulouse expresó en la audiencia que Lucio falleció a causa de una ‘feroz golpiza’ y que presentaba ‘lesiones en varias partes del cuerpo’. Además, había sido víctima de abusos sexuales ‘recientes y de vieja data’, al mismo tiempo que presentaba ‘un fuerte golpe que le afectaba la cadera, el glúteo y la pierna, con una data de 7 a 8 días’”. También tenía quemaduras de cigarrillos y mordeduras.
Sin embargo, según lo que sostuvo Toulouse, "hubo una agresión puntual que le provocó la muerte”. Lucio murió a raíz de una hemorragia interna provocada por una paliza.
La autopsia también dejó al descubierto que Lucio tenía la suela de una zapatilla marcada en la espalda. Gracias a una pericia scopométrica, se determinó que el calzado le pertenecía a Abigaíl Páez, la novia de la madre.
“Abigail Páez lo pisó con tanta fuerza en su espaldita que, probablemente, le reventó el corazón junto a distintos órganos”, revelaron los médicos que hablaron en el juicio.
El cuerpo de Lucio también evidenciaba “signos compatibles con abuso sexual”.
Sin embargo, las pruebas de ADN realizadas sobre ciertos juguetes sexuales que se secuestraron en la vivienda de las acusadas en el marco de un allanamiento tras el crimen del menor, arrojó tenían rastros genéticos de la madre del nene y su novia pero, además, de Lucio.
Los chats entre las imputadas los meses previos al asesinato también son una prueba clave que da cuenta del maltrato reiterado que sufría el menor a manos de ellas.
“Qué no se te vaya la mano que nos vamos a mandar una cagada”, fue uno de los mensajes que le mando la mamá de Lucio a su novia cuando falaban pocos días para el homicidio. “Estoy harta. Yo tengo que estar todo el día con este pendejo”, era una respuesta habitual en Abigaíl Páez.
“¿Cómo le pegaste? Ya van dos veces que vomita”, fue otro de los mensajes con fecha de octubre del 2021.
“No lo quiero ni ver a Lucio porque me amarga la vida”, dice otro de los textos que envío Páez a su pareja.
También en la balanza a la hora de decidir la sentencia que pesará sobre las imputadas los jueces valorarán que Páez, el 26 de noviembre por la noche, cuando Lucio Dupuy ya estaba muerto y lo llevaba al hospital, un vecino que quiso ayudar le preguntó qué había pasado y la novia de la madre le respondió que habían “entrado ladrones” y que le “habían pegado”. La progenitora de Lucio, Magdalena Espósito, repitió la misma mentira. Eso que quedó expuesto en la declaración del vecino que expresó su testimonio como vecino.
Más de cien testigos pasaron por la sala de audiencias y dejaron al desnudo el horror que sufría Lucio, y que nadie advirtió.
No obstante, una de las psicólogas, Lorena Roggero, dijo en el juicio que, mediante los dibujos, Lucio “gritaba su dolor”. La psicóloga explicó que las personas dibujadas, no tenían ojos y que eso tenía que ver con la necesidad de Lucio de “no ver” la violencia familiar que sufría en su casa. Además, los dibujos de Lucio, en su mayoría, no tenía parte inferior del cuerpo. Estaban dibujados hasta la cintura. Eso, según la especialista, en un signo claro del abuso sexual que sufría.
Por otro lado, una vecina contó que escuchaba los golpes, y que un día oyó a las acusadas decirse entre ellas: “sacale la ropa y cagalo a palos, dejalo marcado porque lo mato yo”.
Asimismo, muchas madres de compañeritos del jardín de Lucio contaron que les llamaba la atención cómo comía el menor cada vez que lo invitaban a almorzar. “Eso se daba porque Lucio pasaba hambre. Además de todo lo que le hacían, no le daban alimento”, señaló el abogado de los Dupuy, José Mario Aguerrido.
Además, Lucio Dupuy tuvo reiterados ingresos a distintos establecimientos médicos desde el 2020 y su asesinato el 26 de noviembre del 2021 por causas tales como golpes y fracturas en su cuerpo.