Crimen de Fernando Báez Sosa: Lucas Pertossi estalló en llanto mientras era condenado
Los rugbiers encontrados culpables del asesinado de Fernando Báez Sosa escucharon el fallo judicial en su contra, mientras algunos de ellos no pudieron ocultar su angustia.
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores dio a conocer este lunes el veredicto para los acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa. Mientras escuchaban el fallo que condenó a cinco de ellos a prisión perpetua y tres a 15 años de cárcel, Máximo Thomsen, uno de los condenados a la pena máxima, se desmayó, y Luciano y Lucas Pertossi, estallaron en llanto.
Lucas Pertossi, de 23 años, es familiar de dos de los ocho acusados, ya que comparte un parentesco de primos con Luciano y Ciro Pertossi. La Fiscalía determinó que registró con su iPhone la secuencia del ataque hacia la víctima, la madrugada del 18 de enero de 2020 en Villa Gesell, desde que los expulsaron del boliche hasta que frenó la filmación para agredir a un amigo de Fernando.
Además, fue el autor de un audio que envió al resto de rugbiers tras el crimen. “Estoy acá, cerca de donde está el pibe, y están todos ahí, a los gritos. Está la Policía, llamaron a la ambulancia... caducó”, dijo en el registro. Estas pruebas expuestas en el juicio fueron determinantes para que sea condenado como partícipe secundario a 15 años de prisión, al igual que Blas Cinalli y Ayrton Viollaz.
Por su parte, Luciano Pertossi, de 21 años y hermano de Ciro, es el menor del grupo y fue reconocido por varios testigos como “uno de los agresores de Fernando”. En las filmaciones que salieron a la luz durante la investigación, se observó cómo el joven participó de la golpiza.
Fue uno de los cinco condenados a cadena perpetua por el crimen de homicidio doblemente calificado, por premeditación y alevosía, al igual que Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli y Matías Benicelli y Luciano Pertossi. A su vez, se solicitó que se investigue por delitos de falso testimonio a Juan Pedro Guarino y a Tomás Colazo.
El juicio comenzó el 2 de enero pasado con la etapa probatoria, que contó con más de 80 testigos. Durante los alegatos, el abogado de los rugbiers, Hugo Tomei, había solicitado la absolución de sus ocho representados y había argumentado que “los hechos alegados por la Fiscalía y la querella no respetan el objeto de la requisitoria de elevación a juicio”, pero su pedido fue desestimado por el tribunal.