Contexto ideal para los "robaruedas": ¿Cuáles son los factores del auge de este delito?
Conocé además los puntos del país más asolados por este tipo de asaltantes, que se mueven en un mercado de miles de millones de pesos.
Docentes y padres de alumnos de la Escuela N° 72 de la localidad platense de Los Hornos, ubicada en el cruce de 137 y 86, no encuentran tranquilidad. A los delitos de arrebatos y asaltos a mano armada que venían padeciendo, en lo que va de octubre se sumaron los cometidos por los “robaruedas”.
Los ladrones atacan con suma facilidad a los autos estacionados en las inmediaciones de ese colegio, denunciaron las víctimas en contacto con la prensa, hartas de que cayeran en saco roto las efectuadas en la comisaría de la zona.
Para muestra, vale ese botón. Se trata de una modalidad delictiva que se repite en cualquier punto del país. Y que va en aumento producto de la suba en los precios y los problemas en las importaciones. La tentación es grande: una rueda completa de un vehículo de lujo puede costar unos 225 mil pesos.
“Casi el 80 por ciento de los repuestos de autos es importado. Incluso de los que se arman acá. Cuando hay problemas para importar, recrudece la falta de piezas de reposición. Y, cuando empieza a pasar esto, sobre todo el caso de las ruedas, aumentan los precios y también el robo, porque no existe el repuesto disponible en el mercado”, dijo Gustavo Trías, director ejecutivo de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros (AACS).
Trías, en diálogo con cronica.com.ar, añadió: “En 2019 se robaron unas 270 mil ruedas y, para 2020, todavía no tenemos datos precisos”. A un promedio de casi 30 mil pesos por cada juego neumático y llanta, en 2019, esa cantidad hurtada representaba 8 mil millones de pesos. “Hoy el promedio de rueda completa está en unos 45 mil pesos”, contrastó. Y, según los datos de 2019, son 740 los robos de neumáticos por día.
El ejecutivo puntualizó que el 53 por ciento de los robos de ruedas registrados por las compañías de seguro en 2019 se produjeron en la provincia de Buenos Aires. En lo que respecta al territorio bonaerense, sobre el 100 por ciento del hurto del juego de neumático y llanta, el 12,7 por ciento correspondió al suroeste, el 8,5 por ciento fue para el sureste, el 4,2 por ciento ocurrió en el noreste y el 6,5 sucedió en el norte-centro, el corredor que empieza en San Martín.
A fines de septiembre último, dos hombres fueron detenidos y los investigadores determinaron que integraban una banda de “robaruedas” que azotaba las calles de la localidad bonaerense de Ramos Mejía, partido de La Matanza.
Los arrestos fueron concretados en dos allanamientos. En el primer procedimiento, en un domicilio de la avenida Mosconi al 2000, de San Justo, la Policía detuvo a Luciano Matías Suave, de 29 años. La fuerza de seguridad confiscó en ese lugar 20 cubiertas.
El segundo allanamiento fue realizado en el cruce de Díaz Vélez y Eduardo Costa, de Ciudadela, donde los agentes arrestaron a Alexis Ezequiel Domínguez, de 21 años. Fuentes policiales citadas por PrimerPlanoOnline.com.ar lo señalaron como el jefe de la banda.
Un robo que parece quedarse en lo material, pero puede terminar en un hecho de sangre
El 27 de abril de 2020 quedó demostrado que el hurto de un neumático no sólo engrosa las estadísticas de las compañías aseguradoras. También puede terminar con la vida de una persona.
Ese día, por la noche, Rubén Sarso llegó en una camioneta Renault Sandero hasta el barrio porteño de Flores junto a un cómplice. Y, en la calle Pedernera al 900, comenzó a robar las ruedas de uno de los autos que estaban estacionados. La dupla de ladrones quería aprovechar la soledad que se vivía por estos días de restricciones estrictas por la etapa más crítica de la pandemia de coronavirus.
Pero sus estimaciones fueron erradas. Una agente de la Policía de la Ciudad los vio y, luego de dar la voz de alto -según fuentes de la fuerza de seguridad-, uno de los dos ladrones entró en su camioneta y extrajo un arma de fuego para disparar. El vehículo arrancó y los delincuentes intentaron fugarse.
En ese momento, la mujer policía efectuó un tiro que impactó en la cabeza de Sarso, el conductor de la camioneta. Sarso, un hombre de 30 años con pedido de captura por un asalto anterior, perdió la vida en el lugar producto del balazo. Ocurrió en el cruce de las calles Perdernera e Ignacio Rodríguez, casi debajo de la autopista 25 de Mayo.
El otro delincuente fue arrestado mientras que, por orden del Juzgado Criminal y Correccional N° 10, a cargo de Fernando Caudeno, la agente de la fuerza de seguridad porteña también fue detenida, bajo la acusación de “homicidio”. En rigor, demorada. Y recuperó la libertad a los pocos días, pero quedó con la imputación en el marco de la investigación.
El “autorobo” de ruedas, una modalidad de fraude contra el seguro en ascenso
Las empresas aseguradoras tienen una estricta política antifraude. Distribuyen entre empleados rasos y directivos un instructivo con prácticas para la prevención y la detección de falsos ilícitos. El documento establece un sistema de monitoreo, los parámetros e indicadores de alerta, las posibles operaciones sospechosas y las pautas generales relativas al régimen de conflictos de intereses.
Los ramos automotores y combinado familiar (que cubre hurtos o daños en viviendas) son los más afectados por el fraude, coinciden los expertos del sector. Y consideran que responde fundamentalmente a que el ilícito contra el seguro no es considerado delito por el común de la gente, por lo que no conlleva una condena social.
“Los casos más comunes que detectamos durante el ejercicio 2019-2020 estuvieron relacionados con la rama automotores”, manifestó la gerenta de Auditoría Interna de Mercantil Andina, María Eugenia Lejbman. Y, en diálogo con la revista Todo Riesgo, puntualizó: “Correspondieron a siniestros ficticios por autorobo de ruedas y de vehículos, vehículos con antecedentes siniestrales en otras compañías detectados en la etapa de suscripción, siniestros ocurridos con anterioridad al inicio de vigencia de la póliza pero denunciados con fecha falseada, y siniestros de real ocurrencia con daños magnificados, entre otros”.
“Se manifiestan de las formas más diversas, tanto al momento de la suscripción como del siniestro. Por eso, resulta de suma importancia la colaboración y la comunicación entre compañías de seguros, verificadores y liquidadores de siniestros”, finalizó la ejecutiva.