La Policía Federal Argentina (PFA), ganó este sábado una batalla contra el narcotráfico, ya que desbarató a una banda que operaba en Rosario y secuestró 4 kilos de cocaína, 30 mil dólares y 35 millones de pesos. Más de 20 allanamientos fueron necesarios, pero a la postre dieron sus frutos.

El operativo, bautizado “Cuevas Blancas”, se llevó a cabo en el marco de una investigación que comenzó el pasado mes de mayo, cuando las fuerzas policiales desarticularon una casa que funcionaba como una suerte de “central” de distribución de drogas y era manejada por un recluso, aparentemente Julio Rodríguez Granton, del penal de Marcos Paz.

¿Qué confiscaron? Nada más ni nada menos que siete pistolas, una escopeta, un revólver, más de 4 kilos de cocaína, una carabina, armas blancas, 2.500 municiones de diferentes calibres. Asimismo, encontraron una “cocina” de drogas, cuatro “cuevas” de dinero, cerca de 34.000.000 de pesos, 30.572 dólares, atomizadores, moldes y balanzas, entre otros elementos.

Según el Ministerio de Seguridad, esto permitió seguirles el rastro a los delincuentes y finalmente hacerlos caer. Aparentemente, el principal sospechoso y que oficiaría de “kapanga”, era apodado “El Bolsero”. Este recibía de forma regular y en horarios nocturnos, la recaudación generada por la venta de estupefacientes. Cuando recibía el dinero, generalmente lo cambiaba a moneda extranjera por medio de una red de “cuevas”, que a su vez eran manejadas por un peso pesado del rubro.

En la investigación se pudo determinar parte del “modus operandi” de la banda, el cual incluía alquilar departamentos en Rosario para operar a través de ellos. Sin embargo, para que nos los agarraran, estos rotaban permanentemente.

El operativo no resultó fácil; por ejemplo, en medio de las tareas de vigilancia que realizaban los agentes, fueron atacados a balazos por los delincuentes en dos oportunidades, en las que resultó herido un efectivo. El Juzgado Federal número 4, a cargo de Marcelo Bailaque, ordenó 23 allanamientos de forma simultánea: 20 en Rosario, uno en la Ciudad de Buenos Aires, otro en Martínez y el último en Marcos Paz.

Hace solo unos días, el flamante ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, recibió precisamente en Rosario a más de 500 gendarmes. "No venimos a ver si las cosas salen bien o mal porque esto no es un partido de fútbol y porque estamos convencidos de que vamos a obtener buenos resultados”, expresó el ex Jefe de Gabinete, quien también afirmó que “el narcotráfico es un problema nacional”.