Como saldo de un allanamiento concretado en el barrio porteño de Balvanera, los pesquisas policiales lograron detener a un individuo, que era buscado por haber asesinado a martillazos en la cabeza a un hombre, de 60 años, con quien había concertado una cita en la aplicación Tinder, para mantener relacionas sexuales. El crimen había ocurrido en enero de 2020 en el domicilio en el que residía la víctima, en la localidad bonaerense de Merlo. Se cree que el delincuente mató al sexagenario para robarle una suma de dinero.

Voceros del departamento judicial de Morón revelaron a cronica.com.ar que el sospechoso, de 33 años, fue capturado en un allanamiento que se realizó en una finca situada en calle Pichincha al 200, entre Moreno y Adolfo Alsina, en la Capital Federal y en las cercanías de la tradicional plaza Primero de Mayo.

De acuerdo a lo agregado por los informantes, las mencionadas diligencias estuvieron a cargo de los servidores públicos destinados en la Dirección Departamental de Investigaciones (D.D.I.) de La Matanza, con el apoyo de los uniformados de la Policía de la Ciudad, quienes colaboraron en el operativo debido a motivos de jurisdicción.

Tal como se publicó en su momento, el asesinato se descubrió el 19 de enero de 2020, en un complejo de seis departamentos ubicado en Carlos Pellegrini al 200, entre Rawson y 25 de Mayo, en Merlo, en el oeste del conurbano provincial, donde los integrantes de la comisaría 1ª del citado distrito localizaron el cadáver de la víctima.

Al respecto, el sexagenario, que residía en la unidad habitacional N° 3, fue encontrado boca arriba, con las manos atadas mediante precintos plásticos, en el suelo, entre el baño y el dormitorio de la vivienda, comprobándose que había un gran desorden en las diversas habitaciones.

Posteriormente, los peritos de la Delegación Morón de la Policía Científica determinaron que el occiso presentaba golpes aplicados en la región del cráneo y que había signos de pelea en el sector del baño, estimándose que habría sido en el mencionado lugar donde comenzó la mortal agresión.

Mientras tanto, se certificó que las aberturas de dicho inmueble no habían sido violentadas, a la vez que se observaron restos de sangre en la cama, incautándose en la escena del crimen un martillo roto, un profiláctico usado y un teléfono celular, el cual se hallaba depositado sobre una mesa.

Gracias a estos datos periciales, los policías del área de Investigaciones dialogaron con vecinos del hombre y establecieron que un joven había sido visto salir del lugar del homicidio a la 1 de aquel día y que la víctima se contactaba frecuentemente, en la red social Tinder, con personas, para mantener relaciones íntimas en su domicilio.

En imágenes captadas por cámaras de seguridad, tanto municipales como privadas, se lo vio al sospechoso abandonar el edificio y comprar un jugo en un comercio de la zona. Los distintos registros fílmicos mostraron a un muchacho de unos 25 años, de tez blanca y de cabellos cortos, que vestía una chomba con rayas blancas y oscuras, un pantalón bermuda marrón crudo y zapatillas negras.

Los datos filiatorios del sujeto fueron establecidos por al análisis de varios números telefónicos que había en el celular del sexagenario y luego de un rastreo de GPS de telefonía móvil, que incluyó un relevamiento de casi dos kilómetros de cámaras de vigilancia. Hasta el momento, se sospecha que el asesino agredió a la víctima con fines de robo.

Intervino en la causa, que fue caratulada “Homicidio”, el doctor Diego Maximiliano Simoes, de la Unidad Funcional N° 2 de los tribunales de Morón.

Por F.V.

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