Diez imputados, entre ellos el trapero Elías Valenzuela, conocido como L-Gante, fueron sobreseídos en la causa penal que investigaba una supuesta fiesta clandestina realizada por barras bravas en la instalaciones del club  Vélez Sarsfield, mientras estaban vigentes restricciones por la pandemia, informaron a cronica.com.ar.

El festejo, autorizado por el club, tuvo lugar durante la madrugada del 1 de abril pasado en uno de los quinchos del Polideportivo, en simultáneo con el partido que El Fortín disputó en San Juan y perdió 3 a 2 con Banfield por un lugar de la Copa Sudamericana.

Las imágenes del evento fueron viralizadas en redes sociales por los propios participantes, lo que derivó en un allanamiento en el club y en la posterior investigación, a cargo de la fiscal Celsa Ramírez, especializada en Eventos Masivos de la Ciudad de Buenos Aires.

A cuatro meses de esa madrugada, solicitaron la elevación a juicio, al tiempo que la defensa del músico, encabezada por Alejandro Cipolla, se opuso y en su lugar, elevó un pedido de sobreseímiento, al que dio lugar este martes la jueza Natalia Ohman, a cargo del Juzgado porteño en lo Penal, Contravencional y de Faltas N°17.

Los imputados por la causa de la fiesta en el club  Vélez fueron sobreseídos.
La Fiscalía solicitó la elevación a juicio de todos los imputados.

Así detalló a cronica.com.ar el abogado Cipolla, quien consideró que la magistrada comprendió que L-Gante fue "contratado para cantar en un evento", del cual "no fue organizador", por lo que "no se puede imponer una pena a una persona que va a trabajar y no tiene control ni dominio sobre la situación".

"Esta situación se generó por una falta de seguridad en la persona que lo contrató, ya que cuando lo hicieron se requirió seguridad para que la gente no se acerque al L-Gante, así como todos los protocolos", explicó el letrado a este medio. Esa prueba fue aportada por la defensa, a través del contrato que tenía el cantante, aclaró.

Y sostuvo: "(L-Gante) no fue el organizador. No se puede imponer una pena a una persona que va a trabajar y no tiene control ni dominio sobre la situación, mucho menos cuando se ve desbordado por una gran cantidad de personas. No había nada que él pudiera hacer para impedir esa situación. La fiesta se dio en un contexto en que estaba todo habilitado".

Respecto a la acusación contra el cantante por hacer apología de una fiesta clandestina, ya que publicó historias en su cuenta de Instagram en alusión a esos festejos ilegales, Cipolla explicó que el músico promocionaba su nueva canción "Clandestina 420", lo que "no entendió la Fiscalía pero sí lo hizo la jueza"

Además del cantante estaban imputados algunos referentes de la barra brava, denominada "La Pandilla de Liniers"Wilson Ezequiel Báez, Jonathan Matías Pereyra, Héctor Nahuel Báez, Sebastián Liggieri, Matías Leonel Martínez Bergara y Matías Nahuel Fontanello; el socio del club y acusado como organizador del evento, Adriano Daniel Mautone; el presidente de la institución de Liniers, Sergio Rapisarda, y el jefe de Seguridad, Eduardo Capuchetti.

"Cuando pedí el sobreseímiento, tuvieron que tratar la figura de todos. Todos salieron beneficiados por Elían", remarcó el abogado, que libró al músico de pagar una multa de 100 mil pesos"Él y su mamá están muy contentos. La verdad que era una injusticia", concluyó.

Por M.B.

El abogado Alejandro Cipolla, que representa a L-Gante, pidió el sobreimiento.
La causa fue investigada por la fiscal Celsa Ramírez.