Mañana se cumplen  20 años del crimen de María Marta García Belsunce cometido en su casa en el country Carmel de Pilar. Se está desarrollando el tercer juicio para deterimar quién la asesinó. 

Su esposo Carlos Carrascosa, que fue condenado por homicidio por un Tribunal de Casación y años después absuelto por la Corte Suprema, que ahora por primera vez es particular danmificado en la causa, escribió una carta dirigida a su mujer.

Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro hace tres meses juzgan a los imputados Nicolás Pachelo, Norberto Glennon y José Ortiz en un debate aún no concluido, por lo que el viudo prefirió no dar entrevistas por respeto a los magistrados.

Si escribió una carta a su esposa desde Luján donde vive actulamente "Querida negrita", comienza la carta con la forma con la que llamaba a María Marta, con quien se habían casado muy jóvenes y no habían tenido hijos.

"He llevado 20 años peleando por saber quién te sacó de mi vida. Éramos tan felices en nuestro nido y hoy sigo peleando por saber la verdad. No fueron años fáciles te imaginarás. Llevar la carga de ser tu asesino, fue horrible. Siete años privado de libertad, es algo que nunca imaginé", continua el viudo en relación a los años donde estuvo tras rejas y desde donde siempre sostuvo su inocencia.

"Y si algo me mantuvo en pie es el saber la verdad. Te cuento que tuve un gran apoyo de todos los que nos conocen bien. Y de muchos que me fueron conociendo por el camino. Tanto mis compañeros de cárcel, como los que me cuidaban creyeron en mí", sigue la carta en referencia  a la personas que conoció tanto en el penal como en el juicio en su contra.  .

"Y ni que hablar de todos aquellos que nos conocían de chicos. Los de los lunes. Tus y mis parientes. Los del esquí, los del bridge y hasta los de la bolsa. Siempre me ayudaron y apoyaron en todo lo que pudieron", señala el viudo que trabajó en la Bolsa  y al momento del crimen ya estaba retirado.  

"Llegó el colmo de tener que elegir entre algunos pocos para los que me permitían tener de visita en el penal. Tuve 130 visitas distintas en esos años de encierro. Los guardias me decían: '¡Que hacés acá, pibe!'. Todos me ayudaban a pasar esa cosa inimaginable para los que no la vivieron", enumera.

"También tengo que agradecerte porque seguro fue obra tuya mandarme a los ángeles Jor y Malu. Todo eso me dio la fuerza para seguir peleando y llegar sano a esta instancia", escribe el viudo sobre las dos mujeres que conoció en el juicio, se convirtieron en sus amigas y armaron un blog para contar su versión cuando aún se lo señalaba como culpable. 

"Tener la fuerza y llegar a este juicio que es como la culminación de mi promesa. No puedo saber qué va a fallar el Tribunal. Lo único que espero es que Dios les dé la sabiduría divina para lo que determinen. Mi misión la cumplí: llegar al juicio y escuchar todas las voces", escribió.

También agradeció a quienes lo asesoran legalmente: "A mis abogados no los quiero olvidar: Fer, Gus, Pepe. Todos de distintas formas, pero apoyando y trabajando. A todos, mil gacias".

"¿Qué menos puedo hacer por vos?, mi compañera, amante y confidente. Me acuerdo cuando unos días antes de casarme me mencionaste tu miedo al matrimonio y yo te dije 'tranquila, yo te voy a hacer feliz'. Y estoy seguro que lo logré", recuerda.

En la carta define a María Marta: " Que mujer excepcional que eras: principios, carácter, la unión de la familia, mi sostén y todo"

"No hay palabras para explicarlo y así de golpe, en un minuto, desapareciste de mi vida en este mundo. Te fuiste al cuarto de al lado, ya pronto nos volveremos a encontrar. Negrita divina hoy son 20 años de ese día. No puedo creer todo lo que pasó. Pero siempre me pongo en positivo y recuerdo los 31 años que pasamos", sostiene. 

"Ya nos volveremos a encontrar y mil gracias por todo lo que hiciste desde arriba para que llegue hasta este momento. Un te quiero enorme", finaliza.

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