Una sobrina de Marcela Acuña y Emerenciano Sena, padres de César, acusados como coautores del femicidio de Cecilia Strzyzowski en Resistencia, provincia de Chaco, ratificó que su tío y su primo fueron “torturados” en una comisaría mediante la aplicación de corriente eléctrica en el cuerpo.

Ramona Sena fue convocada a declarar como testigo porque se conoció un audio de una conversación que Acuña mantuvo con ella en la que llamaba a tomar represalias contra los investigadores por sus presuntos malos tratos en los penales en los que están alojados.

Marcela no me pidió el listado de los policías que golpearon y torturaron a César, solo me dijo que hay que averiguar el domicilio de los policías que golpearon a Cesar y lo torturaron, del Fiscal Cáceres Olivera y del Juez, de la escuela donde van los hijos, hay que escracharlos e ir a pintar las paredes de sus domicilios. Y en la escuela hacerles saber a los directivos la clase de padres que tienen esos chicos”, declaró.

Ramona sostuvo que interpretó esas expresiones “como un momento de furia, de rabia e impotencia, de una mamá que está detenida, encerrada y que no puede revincularse con su hijo y su marido”.

Marcela sabe que yo soy una persona que no voy a golpear matar o acechar y ella se estaba descargando conmigo, ya que, si es que quiere ejercer violencia contra alguien no me va a decir a mí. Lo que me pidió fue producto del encierro, de la bronca, tristeza y angustia, para mí que no está bien de la cabeza”, dijo.

La Justicia del Chaco abrió una investigación contra Acuña por las expresiones en esa conversación del 27 de octubre.

Ramona contó que en una visita que le efectuó a César le contó que “en la Comisaría Tercera capital lo golpearon, lo picanearon, lo patearon y lo taparon con una frazada mojada”.

Todo lo que me contó César le conté a Marcela Acuña en el mes de junio y lloramos juntas. Marcela me dijo que haga la denuncia ante el Comité de prevención contra la tortura. Desconozco si César hizo la denuncia”, agregó.

“Lo que me pidió Marcela Acuña el día 27 de octubre no lo tomo como algo en serio, solo fue el momento de desesperación como lo dije anteriormente, producto de su encierro”, sostuvo.

Si una persona quiere hacer algo malo no va a estar amenazando y Marcela sabe que todos saben lo que hablamos. Para mí esa conversación fue un llamado de atención para todos, porque las cosas no están bien encaminadas en la causa y se está haciendo todo mal”, afirmó.

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