Cinco extranjeros, fueron procesados y continuarán detenidos, acusados de integrar una banda que fabricaba pastillas de éxtasis en una "cocina" de droga montada dentro de un departamento alquilado en el barrio porteño de Mataderos, informaron fuentes judiciales.

La decisión fue adoptada por el juez federal Sebastián Casanello, que además incluyó embargos de cinco millones de pesos para los procesados, cuatro ciudadanos colombianos y uno coreano, según el fallo.

También se resolvió que sigan detenidos por ser presuntos miembros de "una organización que podría llegar a funcionar más allá de las fronteras de este país".

La organización "al menos de momento, se integra por personas de origen extranjero que ingresan y egresan del país con frecuencia, y que cuentan con recursos suficientes para articular sus distintas operaciones", agregó la resolución judicial.


Además, Casanello remarcó que hay un prófugo en la causa y que la pesquisa todavía continúa.

La investigación comenzó con la detención de dos de los acusados sorprendidos en un automóvil Volskwagen Vento, color negro, con 1.822 pastillas de éxtasis, en un operativo de la policía en la Avenida Caseros al 1600, de la Ciudad de Buenos Aires.


Esos detenidos fueron identificados como Min Jae Kim, oriundo de Corea del Sur, y Juan Daniel Pulgarín Zapata, de nacionalidad colombiana.

Según la resolución judicial, la droga estaba en bolsas tipo "ziploc" sobre el piso del asiento del acompañante de Volkswagen Vento que manejaba Kim, quien en varias oportunidades intentó ofrecerle dinero a los policías para que los dejaran continuar circulando.

Tras ese episodio, el juez ordenó el allanamiento de ambos domicilios en los que vivían los detenidos, tras los cuales se descubrió una "cocina" de drogas y las detenciones del resto de los integrantes de la organización.


Entre los procesados hay un joven de nacionalidad colombiana que se desempeñaba como agente de tránsito de la Ciudad y figuraba como inquilino del departamento allanado en el que según la acusación funcionaba la "cocina" de droga.

Los procesados son, además de Kim y de Zapata, Didier Peláez Quinchia, Juan Pablo Velásquez Ocampo y Cristhian Chara Egas, todos ellos colombianos.

Entre los elementos que tuvo en cuenta el juez para procesarlos se encuentran los peritajes realizados a los teléfonos celulares de los imputados y el análisis de las comunicaciones y los mensajes enviados.

Según la resolución, el 21 de abril pasado, "surge un mensaje enviado por Chara Egas a Pelaez Quinchia donde lo alerta “Primo voy con el encargado…Guarden todo”.


"Esto comprueba, por un lado, que la actividad que desarrollaban los imputados era sostenida en el tiempo" y que, además, el inquilino del departamento y empleado de tránsito de la Ciudad, Chara Egas, "tenía pleno conocimiento y participación respecto de las conductas delictivas que se llevaban a cabo en su domicilio, el cual facilitaba para la elaboración de diversas mezclas de material estupefaciente y sustancias de corte", dijo el juez Casanello.

En el lugar se secuestraron " balanzas de precisión, licuadora, elementos utilizados comúnmente para corte de estupefacientes -como azúcar, lactosa, etanol, sorbitol-; cepillos de dientes con restos de las sustancias mencionadas, atomizadores, cepillos cosméticos, una sartén con restos de colorante rosa y cafeína, entre otros", se enumeró en el fallo.

"Cabe suponer, por las características y diversidad de tales elementos, que el grupo fabricaba estupefacientes para concretar, de forma ulterior, su comercio", concluyó el juez.

En otro domicilio allanado se secuestraron dinero, libros contables y pagarés.

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