Los vecinos del barrio porteño de Almagro se sobresaltaron en la madrugada de este viernes cuando un auto se incrustó a toda velocidad en un kiosco ubicado en el cruce de las avenidas Castro Barros y Belgrano, hasta donde llegó un móvil de Crónica HD.

A las 2.30, el conductor de un Peugeot 307 rojo perdió el control del vehículo y se metió de lleno dentro del local, en el cual había un empleado, un cliente en la puerta y otros dos afuera.

"Yo estaba despachando una cajetilla de cigarrillo y, en ese momento, un cliente me pidió otra marca. Cuando me dirijo a buscar el producto, en ese instante, escucho el derrape del auto", relató el kiosquero, un ciudadano extranjero, en diálogo con el canal.

Y agregó: "Un cliente estaba en la puerta y se salvó de milagro. Otros clientes, quienes estaban afuera, le dijeron que tuviera cuidado. Y el señor se apartó".

El empleado contó que su vida también estuvo en riesgo. "Yo quedé presionado entre el automóvil y el mostrador. Cuando impactó el automóvil, me lanzó a mí a la parte final del kiosco", detalló sin salir aún de su asombro.

"Le hicieron el test de alcoholemia (a quien iba al mando del Peugeot 307) y presentó 2.20 (gramos de alcohol por litro en sangre)", precisó el comerciante, más de cuatro veces sobre lo permitido para un conductor particular, que es 0,50 gr/l. La información fue corroborada por fuentes policiales.

En el operativo intervino personal de la Comisaría Vecinal 5 B y del Gabinete Científico la Unidad Área I Este de la Policía de la Ciudad.

La Unidad de Flagrancia Oeste de la Fiscalía General de Ciudad, a cargo de Inés González, ordenó el secuestro del auto y de la licencia de conducir del imputado, de 41 años, a partir del resultado del test de alcoholemia.