Batalla campal a la salida de un boliche: recibió brutal patada en la cabeza y terminó internado
La víctima tiene 16 años. El agresor fue identificado pero aún no fue encontrado. Todo quedó registrado por filmaciones de celulares.
Lautaro Esquivel, de 16 años, quedó tendido boca abajo inconsciente sobre la peatonal de la ciudad de Zárate. Fue tras recibir una patada en la cabeza de otro joven de 22 años, con quien protagonizó una pelea a la salida de un boliche.
El agresor, ya fue identificado y está siendo buscado. Una persona que estaba en le lugar registró lo sucedido con un teléfono celular, muestra el momento exacto en el que se estaba desarrollando una pelea. Se observa el momento en el que uno le propina una patada en la cabeza a un joven que yacía desplomado en el piso dejándolo inconsciente. Su papá llo comparó con el ataque a Fernando Báez Sosa.
Todo ocurrió en la madrugada del sábado y fue filmado por otras personas que fueron testigos de la pelea. Ambos jóvenes intercambiaron golpes de puño hasta que el mayor, con el torso desnudo y vistiendo jeans, hizo caer al piso al adolescente.
Esquivel quedó tendido boca abajo sobre el cemento, recibió varias patadas en la cabeza. Fue trasladado al hospital donde se constató que presentaba hematomas en la frente, pómulo y mejilla y oído izquierdo. Está fuera de peligro.
La policía bonaerense logró identificar al agresor como Lucas Nehuén Orsini, de 22 años, quien aún no pudo ser detenido.
"Está vivo de milagro. Le duele mucho la cabeza y se marea, todo a raíz del golpe. No puedo ver el video de la agresión porque se descompensa", afirmó Sergio, el papá de Esquivel.
Relató que su hijo "había salido de una fiesta" e iba caminando mientras "gente mayor de edad que caminaba cerca de él venía haciendo desmanes por la calle".
"Buscaban a quién lastimar. Encontraron a mi hijo y le quisieron robar la gorra. Luego lo rodearon, le propinaron varios golpes y uno le pegó una piña que lo desvaneció. No contento con esto, le terminó propinando una patada a la cabeza", sostuvo TN.
Sergio comparó el ataque sufrido por su hijo con el crimen de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell por el que fueron condenados ocho rugbiers oriundos de Zárate. "A diferencia de Báez Sosa, mi hijo la pudo contar. Me lo lastimaron mal. Pero yo, gracias a Dios, tengo a mi hijo vivo hoy. Esta gente no sale a divertirse, sale a matar", afirmó.