Personal de la Aduana subió al Buque Grande Buenos Aires a inspeccionar la carga y advirtió que un contenedor estaba cerrado con precintos no oficiales. Allí, descubrieron 78,7 kg de cocaína en la citada embarcación que se dirigía a Países Bajos.

La inspección fue realizada en la Terminal Portuaria de Zárate por Agentes especializados de la Dirección General de Aduanas, quienes bajaron el contenedor de la embarcación para escanearlo y constataron la presencia de elementos sospechosos en las imágenes.

El cargamento legal, que escondía cocaína de "terceros".

Así, los inspectores aduaneros realizaron este procedimiento, que contó con la colaboración de la Prefectura Naval, se dio en el marco del Programa Global de Control de Contenedores, de las Naciones Unidas y la Organización Mundial de Aduanas.

En efecto, al abrirlo encontraron tres bolsos de tela azul que en su interior contenían 73 paquetes cubiertos con papel film, con la inscripción de la marca “CAT” —eran 78,700 kg de cocaína, cuyo valor estimado asciende a USD 1.182.000.

Los agentes junto a la droga secuestrada.

La Dirección General de Aduanas presentó la debida denuncia e intervinó el Juzgado Federal de Primera Instancia de Campana, a cargo del Dr. Adrián González Charvay. Se cree que la droga fue subida a la embarcación con una modalidad conocida como rip-off, que consiste en consiste en la contaminación de un envío legal por parte de un tercero, que coloca una carga fuera de regla

 Una posterior investigación de la Policía Federal Argentina en torno a los precintos utilizados para cerrar el contenedor estableció la responsabilidad de un hombre de iniciales G.A.N. en la maniobra. El hombre ya se encontraba preso por otra causa de narcotráfico y será trasladado para declarar por esta maniobra de rip-off.

En estos paquetes, malvivientes escondieron droga.